John McEnroe, único semifinalista americano al derrotar a Chang

Los demonios que atormentan al norteamericano John McEnroe (cuarto cabeza de serie), por poco se lo tragan el jueves. Necesitó dos horas y 47 minutos para vencer a su compatriota Michael Chang, 6-2, 5-7, 6-4, y clasificarse para la semifinal del Masters junto con el checo Ivan Lendl (primero) el alemán occidental Boris Becker (segundo) y el sueco Stefan Edberg (tercero). Han quedado los cuatro mejores tenistas del mundo, pero será difícil que éstos celebren un encuentro que supere los momentos apasionantes que realizaron McEnroe y Chang, el pasado y el futuro, respectivamente, del tenis americano.

El partido resume lo grande y lo odioso de McEnroe. El mal genio le complicó la victoria después de que sacara una ventaja de 4-0 y 0-4 en el último set. A diferencia, Lendl fue una máquina, derrotando al estadounidense Aaron Krickstein (séptimo) en el primer partido de la noche, 6-1, 6-3. Tan eficaz y frío fue Lendl que casi se disculpó por su victoria.McEnroe jugó con furia y desesperación, como jugaría un hombre de 30 años en el crepúsculo de una carrera gloriosa. Chang (quinto) tuvo tres oportunidades en el último juego del partido para romperle el servicio y McEnroe respondió con dos puntos de servicio y un golpe de aproximación. Aseguró la victoria con dos voleas increíbles, la primera de revés y la segunda de derecha. Pero sus momentos histéricos le quitaron mérito a la victoria. Al final, el público neoyorquino aplaudía a Chang y chillaba contra McEnroe, uno de los suyos. McEnroe no se disculpó por nada, ni siquiera cuando le quitó un punto a Chang en el último set, tras discutir con el árbitro de silla, el inglés Jerry Amstrong. McEnroe servía con una ventaja de 5-2 y 30-15, y su golpe fue largo. Pero la cyclops, una máquina que verifica si los servicios son buenos, no pitó lo contrario. McEnroe le recordó al árbitro que él había prometido regirse únicamente por la máquina y le obligó a anular el punto. El público apreció la falta de deportividad de McEnroe y comenzó a abuchearle.

Chang, campeón de Roland Garros a pesar de que tiene apenas 17 años, recobró la forma porque nunca se da por vencido. Su rapidez le permitió llegar a todos los golpies. Le falta únicamente madurez y experiencia.

Anoche (madrugada en España) McEnroe se enfrentaba a Lendl, mientras Becker derrotó a Edberg por 6-1 y 6-4, con lo que el alemán quedó primero de su grupo.

Campeonato de España

Por otro lado, en los octavos de final del campeonato de España, retrasado por la lluvia, hubo estos resultados: Javier Sánchez Vicario ganó a Báguena, 6-3, 7-6; Bruguera a Costa, 7-6, 6-3; Casal a López Maeso, 6-3, 6-2, y Emilio Sánchez Vicario con algunos apuros a Francisco Clavet, 6-1, 4-6, 6-3.