La imagen de Agassi, única sorpresa en el Masters

La imagen con la que se presentó André Agassi (EE UU, 5º) en el Madison Square Garden fue la única sorpresa de la primera jornada del Masters de tenis de Nueva York, que se disputó en la madrugada del miércoles. Agassi llegó a jugar con una uña pintada de rojo, pero eso no evitó que fuera derrotado. Los dos favoritos, Ivan Lendl (Checoslovaquia, 1º) y Boris Beeker (RFA, 2º) ganaron sin problemas.

A Agassi, un excéntrico, no le bastó esta vez con llegar a la pista con el pelo teñido y la ropa negra con franjas de tigre. Se colocó un coulotte rosa fosforescente debajo del pantalón, y se pintó de rojo la uña de su meñique izquierdo con la, silueta de un relámpago. El detalle, según él, se debía a que "combinaba" con su coulotte. Todo ello impresionó a los espectadores. Incluso Lendl, un hombre extremadamente seco, dijo: "Esa uña fue espectacular".Desafortunadamente, su rival, Stefan Edberg (Suecia, 32), fue el único que no se percató del maquillaje de Agassi. Lo único que Edberg vio fue una presa fácil. Derrotó al juvenil americano por 6-4 y 6-2, y se vengó de tres derrotas anteriores a manos de Agassi en partidos de exhibición.

Agassi se quejó de un dolor de cuello, que según él le hacía sentirse "como Frankestein". Interrumpió el partido para que le atendiera el masajista, pero, en resumen, fueron excusas para un desenlace pobre en un encuentro que él mismo había pronosticado que iba a ser fuerte y sensacional.

Lendl y Becker

Lendl no tuvo problemas para derrotar a Michael Chang (EE UU, 5º) por 6-1 y 6-3, vengando así su derrota en los octavos de final de Roland Garros. La diferencia fundamental fue que jugaron en una pista más rápida que la tierra batida y Lendl mantuvo siempre a Chang en el fondo, a la defensiva.

Brad Gilbert (EE UU, 7º) fue el tercer americano en caer en la primera jornada, y lo hizo ante Becker por 2-6, 6-3 y 6-4. A diferencia de los dos primeros encuentros, fue un partido disputado, pero Gilbert, que ha vencido a Becker en cuatro de sus seis encuentros, no supo aprovechar la ventaja que había conseguido.