La familia Serratosa desata las hostilidades contra Banesto al vender a Aker el 13,5% de Valenciana
La familia Serratosa ha vendido a la empresa noruega Aker Noreem un 13,5% del capital de Valenciana de Cementos en una operación realizada el pasado lunes sin el conocimiento de Banesto, primer accionista de la compañía cementera. La transacción, efectuada tres días después de la dimisión del presidente de Valenciana de Cementos, José Serratosa, como consejero de Banesto, ha desatado nuevamente las hostilidades entre la cúpula directiva del banco, encabezada por Mario Conde, y las familias tradicionales de Banesto.
La venta del 13,5% de Valenciana de Cementos a la multinacional escandinava Aker -uno de los primeros grupos cementeros de Europa- fue realizada el pasado lunes en la Bolsa de Valencia. A primera hora se transfirieron 1.000 acciones con objeto de fijar un cambio. Posteriormente, fueron enajenados 1,6 millones de títulos al 4.000%, en una aplicación efectuada por debajo del precio actual de mercado de la compañía, que oscila en torno al 4.100%. En definitiva, el valor de la operación se eleva en términos absolutos a 32.000 millones de pesetas.Aker y la familia Serratosa habían diseñado la operación al detalle, como lo demuestra el hecho de que la firma noruega pase ahora a controlar el 24,8% del capital de Valenciana de Cementos, quedándose en el umbral del límite legal establecido (25%) que obliga a realizar una oferta pública de adquisición de acciones (OPA). Hasta ahora, el grupo escandinavo ostentaba una participación del 11,3% en Valenciana de Cementos, mientras que Banesto posee un 44%, la familia Serratosa, un 25% y la familia Garnica un 4%. El resto está repartido en bolsa.
La alianza entre los representantes de estas dos estirpes tradicionales en el capital de Banesto y el grupo nórdico no ha sido constatada, si bien Banesto considera que se trata de un hecho consumado dirigido a volcar el status quo accionarial de Valenciana de Cementos y desbancar del control al banco que preside Mario Conde.
Actuaciones legales
Sin embargo, Banesto está dispuesto a frenar la operación con todos los medios legales a su alcance, según señalaron ayer mismo fuentes de esta entidad financiera. Según las citadas fuentes, la mayor parte de los títulos transferidos a Aker -concretamente un 10% del capital de Valenciana de Cementos- proceden de la cartera de valores de la compañía Cementos del Atlántico, empresa del grupo Valenciana en la que Banesto posee el 66%.El acuerdo entre la familia Serratosa y Aker se ha efectuado sin conocimiento previo de Banesto y prescindiendo incluso de la aprobación de los consejo de administración de Cementos del Atlántico y de la propia Valenciana. A la vista de ello, Banesto afirma que "la venta es fraudulenta".
Banesto, a tenor de ello, ha enviado los correspondientes requerimientos notariales a los administradores de Valenciana de Cementos, presidida por José Serratosa, así como al agente de cambio y bolsa, Carlos Fernández, quien ha actuado en la, operación como fedatario público y depositario de los títulos objeto de la transacción. En dichos requerimientos, Banesto exige la anulación inmediata del acuerdo.
Se da la circunstancia, además, de que el pago de los títulos se ha efectuado sin desembolso monetario alguno, aportando Aker como contrapartida otras acciones de empresas vinculadas al grupo Valenciana, que, para más datos, no disponen de ningún derecho político.
Ante esta situación, y la consiguiente indignación de Banesto, la crisis en Valenciana de Cementos parece definitivamente desatada. En este caso, además, llueve sobre mojado. No en vano, la familia Serratosa ya intentó vender a la firma noruega una participación de la cementera el pasado mes de junio, sin consentimiento de Banesto. El banco logró paralizar la dos meses después, pero advirtiendo las graves consecuencias que podrían derivarse de este tipo de operaciones si volvían a repetirse. Sin embargo, los Serratosa han hecho oídos sordos, en una actitud en la que el banco considera que también están implicados los Garnica.
A raíz de la dimisión de José Serratosa como consejero de Banesto -presentada el viernes, por conducto notarial y diez minutos antes de que se reuniera el máximo órgano de gobierno del banco- Mario Conde trató de entrar en contacto con él. Todos los intentos fueron vanos. Ayer mismo, este periódico trató de localizar a alguno de los miembros de la familia valenciana. Una fuente de la empresa aseguró que todos -José, Emilio y Alfredo- se encontraban de viaje.
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