Referéndum nacional en Suiza para abolir las fuerzas armadas
Los suizos empezaron ayer a votar en el referéndum en el que se decidirá sobre la abolición o no del Ejército, integrado por milicias populares. La votación, en la que se espera una alta participación, se desarrolla durante todo el fin de semana, hasta el domingo.Nadie duda de que los partidarios del mantenimiento de las fuerzas armadas ganarán la consulta, pero se espera con expectación conocer el porcentaje alcanzado por los abolicionistas, que pueden obtener en torno al 30%, según las últimas encuestas.
La Confederación Helvética, un país neutral acostumbrado a los debates tranquilos, se ha enfrentado con pasión en los días previos a esta votación convocada después de que el Grupo para una Suiza sin Ejército (GSSA) consiguiera 111.300 firmas en todo el país, sobrepasando las 100.000 necesarias para toda consulta popular.
La iniciativa, que data de septiembre de 1986, pide la abolición del Ejército, la prohibición a los poderes públicos de la instrucción y el mantenimiento de las fuerzas armadas, y una política de paz, autodeterminación y solidaridad.
Suiza, con una población de 5 millones de habitantes, mantiene en actividad militar a 625.000 hombres, integrantes de las milicias populares, que hacen la milí por plazos, desde los 20 a los 50 años.
Presupuesto militar
Esta cifra es muy superior a la de otros países neutrales, como Austria y Suecia. El coste del Ejército se eleva a 5.039 millones de francos suizos (362.800 millones de pesetas), pero los gastos globales de defensa ascienden a 8.298 millones (597.456 millones de pesetas), es decir, entre el 1'8% y el 3% del producto nacional bruto (PNB).Liberales y democristianos están por el no, o sea, por el mantenimiento del Ejército. El partido socialista de Ginebra, sin embargo, apoya el sí. Muchos partidos han dado libertad de voto a sus militantes.
La posibilidad de que triunfe el sí ha sido calificada de "impensable" en medios de la OTAN. La desaparición del Ejército suizo "crearía un vacío militar inquietante en el centro de Europa", según un alto oficial de la Alianza Atlántica citado por el periódico por La Tribune de Geneve.
