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Los extranjeros copan la atención en Nueva York

La maratón de Nueva York se celebra hoy, con 24.000 inscritos, como cierre de una pobre década para los fondistas estadounidenses. Desde 1983 ningún americano gana en Nueva York, Chicago o Boston, las tres mejores competiciones del país, o corre en menos de 2.10 horas. Así, los extranjeros copan la atención en Nueva York, entre otras cosas, porque están el campeón olímpico y el recordman mundial.

Gracias a unos fijos de salida sustanciosos, la maratón de Nueva York va a ser digna de unos juegos olímpicos. Correrán el campeón olímpico Gellindo Bordini (Italia), el plusmarquista mundial Belayneh Densimo (Etiopía) y el vencedor de la maratón del año pasado Steve Jones (Reino Unido). El mejor americano es Pat Pettersen, de 29 años, que en mayo se clasificó séptimo en Londres con 2.10.4, precisamente el mejor tiempo por parte de un estadounidense desde la época de Salazar. La mejor mujer inscrita no podía ser otra más que es la plusmarquista mundial Ingrid Kristiansen (Noruega).Para el atletismo estadounldense es triste ver córno se ha desvanecido por completo el legado que dejaron Shorter, Rodgers y Salazar, las figuras preponderantes durante la década de los 70 y los inicios de los 80. Es un bajón que tiene su raíz en el dinero. Los incrementos inmensos en los premios durante los últimos 10 años han llevado a los americanos a buscar victorias fáciles en competiciones de segunda fila en vez de eriftentarse contra los mejores.

El relativo éxito de Pettersen se debe a que es el único americano que no sale huyendo ante los africanos, japoneses e ingleses que han llegado a dominar la maratón. Pettersen ha competido en Nueva York en cinco ocasiones y en Londres en cuatro. En seis ocasiones fue el primer americano clasiflicado. "Los americanos creen que pueden conseguir mejores premios en maratones con pocos extranjeros y el resultado es que están perdiendo la confianza para medirse con los mejores", declaró el atleta. "La única manera de bajar de 2.10 horas es competir con gente de 2.08 ó 2.07, y muchos de mis compatriotas no tienen coraje. Le cogen miedo a los mejores corredores y prefieren no correr con ellos. Menos Nenow y yo, ninguno de los mejores americanos están en Nueva York".

Pettersen no le resulta rentable su coraje. Fred Lebow, director de la maratón de Nueva York, ha otorgado fijos de salida de hasta 80.000 dólares (unos 10 millones de pesetas) a Bordin, Densimo y otros por salir en su carrera. Según Pettersen, él, en cambio, ha recibido 10.000. El año pasado Pettersen tuvo una mala carrera y no acabó la inaratón de clasificación para los Juegos Olímpicos de Seúl. Al día siguiente la empresa de calzado deportivo que le patrocina decidió rescindir su contrato.

Hasta ahora nadie ha reilevado al último gran maratoniano estadounidense, Alberto Salazar, que fue capaz de ganar en Nueva York y correr en menos de 2.10 horas. Y mientras tanto, el resto del mundo se ha alejado con velocidad. Son 38 los extranjeros que han acreditado mascas inferiores a las 2.09 horas durante los últimos seis años, una suma que seguramente se iricrementará esta tarde.

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