¿Dónde están las llaves de las viviendas sociales?
Cuando a uno le conceden una vivienda social a principios de este pasado verano; cuando su familia, a mediados de agosto, ya no le aguanta más y tiene que dormir en el parque municipal (marido, mujer y cinco pequeños).Cuando, por vacaciones y cambios, los servicios sociales del Ayuntamiento no asumen directamente esta situación.
Cuando el 21 de septiembre el Ivima sortea ya la vivienda, pero no entrega las llaves, y mientras Cáritas de una parroquia y los afectados llevan ya pagadas 150.000 pesetas sólo por dormir los siete juntos en una habitación.
Cuando tienen que recoger la comida en un comedor de Cáritas (dos kilómetros).
Cuando uno va a informar de éste problema a la asistencia social del Ivima en la mañana negra del lunes 16 de octubre y se tiene que arrepentir y avergonzar de haber acudido allí por el trato dispensado y por no encontrar la más mínima sensibilidad ante todo esto, y cuando hoy es martes y ya llueve...
¿Cuánto tendrá que llover más para poder abrir la puerta de su hogar?-
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