Visto y no visto
Las segundas vueltas en los corros de Barcelona son un visto y no visto. La de ayer duró algo más de medio minuto; el tiempo justo para que los operadores cantaran un par de cambios, sin hallar contrapartida. De hecho, siguió la tendencia a romper el precario equilibrio por el lado de la oferta, y así ocurrió sin ninguna excepción. Aguas descrestó y después de registrar un máximo anual el valor se deslizó ligeramente al ritmo general de realizaciones que impera en el mercado. El grupo Asland cantó con retrocesos sobre el parqué la aplicación del día anterior y Fecsa perdió dos enteros más. Por esta vez el mercado se negó a reflejar con pánico la inestabilidad registrada en Wall Street.
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