Desfile toledano

Cede la pina calle de las Armas, donde el candidato Felipe González está colgado de una farola fernandina, suplementado su rostro con chuscas gafas pintadas. Los jefes de La Casa de la Pradera, jóvenes, se despendolan serenísimamente: "Cuando salen en la televisión la cierro; pero como no hay otra alternativa, voy a votar PSOE por primera vez; prefiero el PP, pero ni entre ellos mismos se entienden". Para su socio, "estos rollos de la campaña son una barbaridad; todos son igual de sinvergüenzas"."Lo único que hacen es insultarse los unos a los otros, y eso es muy aburrido", es el prólogo y el epílogo toledano del libro electoral. La hostelería es dura: "No, yo diría que el que tiene más gancho es Anguita, pero ¿y qué van a decir mis clientes?". Horchatería-barra-bar Toledo: "No, por favor, no tengo tiempo"; y esto con los brazos cruzados y cara de tomate el mozo. La finura se nombra Hija de Martín, souvenir, coto de tizonas: "No, caballero, no soy partidario de declaraciones y encuestas". Y más hostelería bien educada, hasta que Adolfo, del honradamente sublime Asador Adolfo, planta cara a la cosa electoral: "Aquí la gente no se interesa mucho por la campaña; por mi parte, creo que el turismo ha mejorado cualitativamente, y lo que han de hacer, la derecha o la izquierda, es fomentar el turismo interior, y esto no se percibe claramente en los programas".

Plaza Zocodover, domingo, Toledo toma el sol, el turismo europeo ya almuerza a la una de la tarde, una placa al heroico general Moscardó sigue en su sitio. Esto es un desfile de domingueros: "Lo que no se comprende es que quiten la mili, pero qué aburridos son todos; en mi familia no se interesa nadie". Una señora que quiere incógnito, tirando a joven, amable, con dos periódicos madrileños bajo el brazo: "Sigo la campaña, pero lo peor es el rollo de los políticos". Un trabajador del comercio: "No voto, no me interesa, nada ni nadie". Y hay muchos así. Al pie del quiosco, los compradores de la prensa dominical: "La pólítica me la salto, o casi". Luis y Teresa, 30 años él, cosa así: "Te enteras porque te meten la campaña en la televisión, al comer, y en la Prensa la ves por encima, pero no tiene interés".

Calle del Comercio; Sagrario, con su periódico, farmacéutica: "No sé ni si votaré; leo los titulares; sólo saben hablar mal unos de otros, y eso aburre". Paloma, su amiga bióloga, dice "también" con sus ojos. Sagrario recuerda el lema del PSOE, España en progreso, y confiesa: "Claro que ha habido progreso, eso no se puede negar".