Un grupo de españoles residente en el Cáucaso pide ayuda al Rey para regresar

Un grupo de españoles residente en Bakú, capital de la República Soviética de Azerbaiyán, ha enviado un mensaje al rey Juan Carlos en el que pide que se les facilite la vuelta a España a la vista del incremento de las tensiones étnicas en aquella república del Cáucaso.

Los españoles consideran que sus vidas corren peligro, según manifestaron a esta corresponsal en una conversación en Baku.El grupo, un total de seis personas que forman distintas familias, pertenecen al contingente de niños que fue evacuado en 1937 para pasar unas vacaciones en la URSS, que acabaron convirtiéndose en varias décadas.

Los españoles de Baku entregaron dos cartas en la Embajada española en Moscú, una dirigida al Rey y otra para el embajador de España, José Cuenca, alrededor del 20 de septiembre pasado, explicaron. Pese a que se desplazaron desde Baku para explicar su situación, no fueron atendidos ni por el embajador ni por el cónsul, sino por un empleado consular que prometió tramitar su petición. Los españoles dicen no haber recibido ninguna contestación y aseguran que ni el embajador ni el cónsul o cualquier otro representante español se han interesado por su seguridad o las condiciones en que viven. Un portavoz de la embajada dijo a esta corresponsal que ningún español de Baku se había dirigido a la sede diplomática.

Los españoles prefieren que su nombre no sea publicado en la Prensa. Una de las españolas, la más joven del grupo, sufre la separación de su marido y su hijo, ambos armenios, que han huido a una ciudad rusa y viven en un hotel sin saber qué decisión tomar y temerosos de regresar a Baku. Antes de marcharse, el esposo de esta española había sufrido vejaciones diversas y había tenido que soportar amenazas que finalmente le obligaron a marcharse, según su esposa.

Los españoles considerarían seriamente la posibilidad de volver a España si no fuera por la baja cuantía de las pensiones allí recibidas (al cambio oficial de la pensión soviética, el equivalente a unas 40.000 pesetas) y las dificultades para obtener piso.