El proceso contra directivos de Fiat en Turín enfrenta a los magistrados implicados
El proceso contra el administrador delegado de Fiat, Cesare Romiti, y otros tres directivos de la empresa de Agnelli ha sido ahora la causa de una dura batalla entre los magistrados. Los abogados de Fiat habían recusado a Raffaele Guariniello, que deberá ser, según el viejo Código Penal, que está pendiente de ser abolido, el fiscal acusador y el juez que debería presidir el proceso. Por su parte, Silvio Pieri, fiscal general del tribunal de apelación de Turín, había pedido, "por motivos de seguridad", que el proceso se celebrara fuera de Turín.
Por ahora, la magistratura ha rechazado la petición de recusación del juez por parte de Fiat, mientras que se espera la decisión de la Corte de Justicia sobre la petición del fiscal general de cambiar la sede del proceso, decisión que deberá ser tomada el 23 próximo.Mientras tanto, los abogados de Romiti han apelado al Supremo contra la decisión de los jueces de Turín que han rechazado la petición de recusación del juez Guariniello, considerado además por Fiat demasiado cercano a los comunistas.
Pero lo que ahora está llamando más la atención es que se ha desencadenado una guerra entre magistrados. El fiscal general, Silvio Pieri, acaba de presentar querella por "difamación agravada" contra Giovanni Palombarini, juez instructor de Padua y presidente de Magistratura Democrática, y contra Franco Ippolito, fiscal de Taranto y secretario nacional de dicho grupo de magistrados de izquierdas. Ambos jueces habían criticado duramente la decisión del fiscal general de pedir al Supremo que se trasladase a otra ciudad el proceso afirmando que era "una ofensa contra la ciudad de Turín", la cual había soportado incluso procesos mucho más delicados, como el celebrado contra los fundadores de las Brigadas Rojas, y dejaban entender que Pieri podía haber estado influenciado por Fiat.
El fiscal ha respondido con la querella, afirmando que él "no es un vendido" ni ha sido nunca "pagado por Agnelli" y se ha querellado contra sus compañeros magistrados y contra el director del diario La Repubblica.
