_
_
_
_

Se rueda en Marraquech la segunda parte de la serie 'Alquibla'

Está dedicada a los últimos narradores orales

Un gigantón de cráneo rasurado, pellejo cobrizo, florido mostacho y tripa generosa se abre un hueco entre la muchedumbre de Xemaa el Fna, pone los brazos en jarras y comienza a contar historias. En menos de lo que se tarda en contarlo, un corro de más de un centenar de niños y adultos rodea al halaiqui, el juglar de la plaza. Empiezan las carcajadas y también empieza el rodaje del equipo de televisión dirigido por Rafael Carratalá. Camuflado entre los espectadores Juan Goytisolo asiste divertido al doble espectáculo del halaiqui y del rodaje.

El halaiqui se llama Saruh, o sea cohete, y tiene unos 60 años, mujer, ocho hijos vivos y dos muertos. En su primera juventud, vagabundeando por Marruecos, Saruh llegó un día a un mercado popular y se encontró un pollino que le impedía el paso. Enfadado, cogió al animal y, a pulso, lo levantó en el aire. La gente se arremoliné, rió, arrojó unas monedas y reveló así al fortachón sus dotes para el espectáculo. Desde entonces, Saruh, como dice Goytisolo, "vive literalmente del cuento".El equipo televisivo español se ha desplazado a Marraquech para comenzar la filmación de la segunda entrega de Alquibla, la serie sobre el mundo árabe y musulmán escrita por Juan Goytisolo, cuyos primeros 13 episodios fueron difundidos por TVE en la primera mitad de este año. Goytisolo ha querido que el capítulo inicial de la segunda parte de Alquibla esté dedicada a los últimos narradores orales de Marraquech, los herederos de una tradición juglaresca en vías de extinción.

Sacamuelas y acróbatas

En Xemaa el Fna huele a panojas asadas, suena una música de flautas y tamboriles y, como el que rodea a Saruh, muchos otros corros nacen y mueren en torno a los sacamuelas.El zoco se puebla de colores: las veladas echadoras de cartas, las serpientes bailarinas, los gritones simios, los acróbatas y los vendedores de ropas usadas. Saruh desgrana sus parodias de las plegarias religiosas y los discursos oficiales, sus historias de disparatadas aventuras sexuales; refuerza su labia con gestos aparatosos y la exhibición de una garrota española donde se lee la surrealista inscripción libro de familia, espanta a la gente, la apresa y balancea entre sus brazos, la sube encima de los hombros. El equipo de televisión filma y filma sin cesar.

Terminado el rodaje en Marraquech, Goytisolo, Carratala y los demás seguirán durante meses viajando por Argelia, Irán, Egipto y otros lugares su segundo gran viaje por tierras del Islam.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_