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Le Pen zanja el escándalo de la extrema derecha en el Parlamento Europeo

Los eurodiputados de la extrema derecha convirtieron anteayer y ayer el Parlamento Europeo primero en un combate cuerpo a cuerpo y después en un psicodrama. Después de emprenderla a golpes e insultos corno forma de protesta, el neofascista francés Jean-Marie Le Pen ofreció ayer una solución que zanje la cuestión

ESPECIAL, Estrashurgo, .

La Mesa Ampliada del Parlamento Europeo se convirtió ayer en un hervidero para encontrar una solución, que llegó finalmente cuando Le Pen se comprometió ante el presidente, el socialista español Enrique Barón, a que los dos diputados neofascistas implicados en el incidente del pasado miércoles se excusarían publicamente. Se determinó también que la vicepresidencia de la delegación que viajará a Israel no sea para el ex miembro de las SS Franz Schónhuber -origen del problema-, sino para su correligionario del Partido Republicano alemán Klaus-Peter Koehler. La Mesa decidió también reforzar las sanciones por el comportamiento parlamentario y el servicio de orden del interior del hemiciclo europeo.

El grupo que preside el ultraderechista francés Le Pen eligió rebelarse "a mamporros" el pasado miércoles contra el procedimiento y el reglamento para protestar por la exclusión de uno de sus miembros como vicepresidente de la delegación parlamentaria para Israel. Los secretarios de los grupos políticos, en aplicación de la proporcionalidad del voto obtenido, aprobaron conceder al Grupo Derechas Europeas de Le Pen la presidencia de la delegación que visitarlá Suiza y la vicepresidencia de la que viaje a Israel. Sólo hace unos días los líderes de la Cámara cayeron en la cuenta de que el vicepresidente que iría a Israel iba a ser el ex teniente de las SS Franz Schónhuber -"un antiguo miembro de la guardia de HiItler", en expresión de una parlamentaria alemana- Y lograron evitarlo por la vía de una votación que deshizo el acuerdo tomado por escrito.

Barón, "dictador"

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El eurodiputado ultra Bruno Gofinisch tomó la palabra en el pleno para llamar "dictador" a Barón y acusar de utilizar "métodos dignos de la Gestapo" a Jean Pierre Cot, presidente del Grupo Socialista. El presidente Barón le llamó tres veces al orden y después decretó su expulsión de la sala. Gollnisch se agarró al asiento y golpeó luego a los ujieres que acudieron a ejecutar la orden. Su correligionario Bernard Antony le ayudó en la trifulca e incluso propinó un puñetazo a Enrico Vinci, el secretario general, el funcionario más alto, quien pretendía explicar el reglamento. Eran las 17.30 y el presidente suspendió la sesión.

Ayer por la mañana se produjo el psicodrama. Intervenciones descalificatorias, "denuncias de asesinato moral" por parte de las Derechas Europeas y una acusación de Le Pen que parece probada por un vídeo: durante los incidentes hubo policías en la sala que "violaron la dignidad del Parlamento". Barón dijo que él no mandó llamar a los agentes.

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