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LA REBELIÓN DE SAN BLAS

"La solución a la inseguridad ciudadana pasa por la erradicación del chabolismo", dice el comisario

"La solución a los problemas de seguridad ciudadana que hay en el barrio pasan por la erradicación del chabolismo y la marginación", asegura Leoncio Lorente Gómez, jefe de la comisaría del distrito de San Blas. "La policía está cumpliendo con eficacia la parte que le toca: la prevención y persecución de la delincuencia", añade con rotundidad. Pero los ciudadanos creen que en la zona faltan centros educativos, culturales y deportivos; hay desempleo; faltan viviendas dignas; hay un alto índice de drogadicción y un cúmulo de problemas sociales. Todo esto requiere algo más que policías.

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Una bomba de relojería

Los vecinos de San Blas llevan en pie de guerra desde que Raúl Yunta, de 15 años, murió acuchillado el pasado 22 de septiembre a manos de un joven esquizofrénico. "Ha sido la gota que ha colmado el vaso de nuestra paciencia", explicaron. Y se echaron a la calle para pedir que la policía intervenga con más dureza contra los grandes traficantes de droga, al tiempo que exigen mayores inversiones en formación profesional y en la dotación de equipamientos culturales, deportivos y sociales.Durante los ocho primeros meses del presente año han sido denunciados en la comisaría de San Blas un total de 4.277 delitos (unas 18 denuncias cada día), mientras que en la misma época del año pasado se contabilizaron 6.370 hechos. Esto supone un descenso del 32,85%, según fuentes policiales. Al contrario, fuentes vecinales insisten en que el número de delitos es muy superior, y que, simplemente, muchos de ellos no figuran en las estadísticas por "el hastío que supone presentar denuncias que luego no sirven para nada en la mayoria de los casos".

El atraco callejero a punta de navaja es el delito que más miedo y repulsa crea entre la población. Durante los tres primeros trimestres de 1988 hubo en San Blas 661 sirlas (asaltos con arma blanca). En lo que va de año, sin embargo, el número de delitos de este tipo ha descendido a 335, lo que implica una evidente disminución, gracias al esfuerzo de los Grupos de Investigación de Seguridad Ciudadana.

Desde el 1 de enero pasado hasta hoy mismo han sido detenidas alrededor de 1.300 personas, entre ellos Domingo Pliego González, el presunto autor de la muerte del joven Raúl Yunta. "Es el único homicidio que ha habido este año en San Blas", dice el comisario Lorente, "y el supuesto autor fue detenido una hora después del crimen".

La estadística policial sostiene que los índices de criminalidad en la zona no son tan altos como se piensa. En septiembre, por ejemplo, hubo 23 robos con intimidación y 11 robos por el procedimiento del tirón.

Lorente reconoce, sin embargo, que en su distrito están las chabolas de Los Focos y los bloques prefabricados de Los Módulos, que son un auténtico gueto por donde no se atreve a circular ningún ciudadano en su sano juicio. Dichos lugares constituyen uno de los principales centros de distribución de droga en el distrito.

Los Focos es un conjunto de 220 infraviviendas situado entre la avenida de Guadalajara y la carretera de Vicálvaro, que se formó en 1968 con 36 familias procedentes del núcelo chabolista de La Celsa. A la policía le resulta imposible entrar allí, entre otras razones porque los coches patrulla no pueden rodar por su terreno embarrado y lleno de baches. Tanto de día como de noche es constante el trasiego de jóvenes yonquis que acuden en busca de heroína para sus venas y, con frecuencia, pagan la mercancía con objetos robados.

Zonas prohibidas

Los Módulos es un grupo de casi 400 viviendas, donde conviven personas en condiciones miserables junto con otras que se han enriquecido vendiendo droga. El laberinto de callejones y las medidas de seguridad impuestas por los traficantes dificultan la labor policial.La degradación de la seguridad ciudadana ha llegado a un punto en que se puede hablar, dicen los vecinos, de zonas en que los que mandan e imponen su ley son los traficantes. Es el caso de la denominada plaza de la muerte, junto a la parroquia de San Joaquín, o el ya nombrado núcleo de Los Focos. El pasado sábado, varios agentes de la policía municipal que entraron en el poblado persiguiendo a dos presuntos traficantes, fueron acorralados por un grupo numeroso de amigos de los perseguidos provistos de palos y barras de hierro. Sólo la llegada de otros cuatro coches patrulla permitió a los agentes abandonar el poblado con los dos detenidos.

Al margen de este oscuro panorama, vecinos de San Blas rechazan la imagen del barrio que se da en los medios de comunicación: "En San Blas también ocurren cosas buenas", decía una señora en una de las manifestaciones celebradas días atrás: "Hay muchas asociaciones juveniles, mucha gente preocupada y que hace cosas, y la solidaridad no está muerta".

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