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Un regreso sin emoción

Alex Martínez Roig

El ex seleccionador español Ladislao Kubala se ha reencontrado con Budapest, una ciudad de la que salió en 1956 para convertirse en una de las estrellas de la historia del fútbol. Kubala no siente ninguna emoción en este reencuentro sentimental: "Ya no tengo nada en Hungría que pueda interesarme. Mis padres murieron y mis hijos nacieron en España. Si acaso, me quedan mis amigos, los que jugaron en España y regresaron"."No tengo ni idea de los cambios políticos que están produciéndose en Hungría", dice Kubala, quien reconoce ignorar por completo el congreso de los comunistas húngaros que ha concluido con la creación de un nuevo partido de tendencia socialdemócrata occidental: "Para mí, la política sólo causa problemas. Todos los ismos son malos: el fascismo, el comunismo...". También desconoce la llegada de la economía de mercado: "Este país era muy pobre y sigue siéndolo. Pero carezco de información sobre los cambios económicos. Yo tengo mis amigos del fútbol y con ellos sólo hablo del fútbol".

Kubala comenta que ve pocos cambios en Hungría desde su última visita: "No es un país alegre. La gente joven es aún más triste. Los hombres de mi generación eran más amables y simpáticos".

Charlas en siete idiomas

Aparte su colaboración con TVE-2 como comentarista del partido de hoy, Kubala va a aprovechar para trasladarse, junto a los veteranos del Barcelona, a Checoslovaquia, donde jugarán dos partidos esta semana. Además, ejercerá de traductor de Ángel Villar, el presidente de la Federación Española, en una reunión con dirigentes húngaros: "Me lo ha pedido y no me puedo negar".

Kubala parece expresarse sin problemas en húngaro, pero él admite que el dominio de su idioma no es perfecto: "Me ha sucedido una cosa muy curiosa en la vida. Hablo muchos idiomas, pero ninguno bien. Mi abuelo era polaco y mis padres eslovacos que emigraron a Hungría. Cuando era niño, hablaba en polaco con mi abuelo, que era el único que siempre estaba en casa; en eslovaco, con mis padres, y en húngaro, con mis amigos. Pero durante la dominación nazi nos daban clases de alemán en el colegio. Luego me fuí a Italia, a un campo de refugiados en el que estuve casi un año, y después me trasladé a España. Cuando estuve como entrenador en Arabia Saudí, aprendí algo de árabe. El resultado es que no hablo bien ningún idioma, pero soy capaz de charlar en siete idiomas distintos".

Ahora mismo, Kubala está especialmente contento por la canción que le ha dedicado Joan Manuel Serrat en su último disco: "Antes de publicarla, vino al vestuario del Barcelona y, delante de todos los veteranos, nos la cantó con una guitarra. Fue un gesto muy bonito".

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Sobre la firma

Alex Martínez Roig
Es de Barcelona, donde comenzó en el periodismo en 'El Periódico' y en Radio Barcelona. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Deportes, creador de Tentaciones, subdirector de EPS y profesor de la Escuela. Ha dirigido los contenidos de Canal + y Movistar +. Es presidente no ejecutivo de Morena Films y asesora a Penguin Random House.

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