210 detenidos en el aniversario del plebiscito sobre Pinochet
La celebración, en las calles, del primer aniversario de la derrota del general Augusto Pinochet en el referéndum del 5 de octubre de 1988, culminó con 210 detenidos por la policía. Entre los arrestados estuvieron seis estudiantes que llevaron un sobre azul de gran tamaño al palacio de Gobierno para simbolizar el despido de Pinochet. La tensa jornada, precedida la víspera por la explosión de 16 bombas contra bancos, sedes del candidato presidencial Hernán Büchi, y torres de alta tensión, que dejaron a oscuras la mayor parte de Santiago y otras ciudades, marcó el primer año de una compleja transición a la democracia.Los carabineros reprimieron con gases lacrimógenos y chorros de agua a los manifestantes opositores en el centro de Santiago. Los incidentes se prolongaron hasta la noche del jueves. Doscientos ochenta kilómetros al sur de la capital, tres jóvenes izquierdistas murieron y cuatro quedaron heridos al estrellarse en una camioneta de Cáritas-Chile, mientras huían de la policía, para evitar la incautación de propaganda de un candidato a diputado.
El ministro del Interior, Carlos Cáceres, se quejó al presidente de la Conferencia Episcopal, obispo Carlos González, por el uso de un vehículo de la Iglesia católica en la campaña electoral. Cáceres responsabilizó de los disturbios a quienes querían festejar el triunfo del no en el referéndum, mientras los opositores culparon a la policía.
Sin la victoria de la oposición en 1988, el dictador hubiese gobernado hasta 1997, durante 24 años seguidos, y no habría una elección presidencial en diciembre próximo. Pinochet se sometió al veredicto popular convencido de que iba a triunfar y sin un plan de acción claro ante una derrota.
En la noche del 5 de octubre, el atraso del Gobierno en dar el escrutinio y el intento de generar disturbios entre ambos bandos, para aprovechar un golpe, se vio frustrado por opositores y sectores dentro del régimen.
Obligado a admitir su derrota, Pinochet quiso inicialmente mantener la trinchera de su Constitución, de la cual "no se mueve ni una coma", dijo.
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