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Entrevista:

José Vázquez: "En Arosa se producen muchas muertes extrañas"

Según el ex alcalde de Vilanova, "la represión no teminará con el narcotráfico"

Xosé Hermida

Santiago de Compostela Fue el primer político que se atrevió a denunciar lo que sucedía en las rías gallegas, y desde entonces se convirtió en el primer enemigo para los contrabandistas. La mafia intentó repetidas veces apartarle del poder, y al final se va por su propio pie, "quemado tras muchos años de lucha política". El socialista José Sito Vázquez, de 45 años, hasta hace unas semanas alcalde de Vilanova de Arosa, reconoce que ha pasado miedo porque "aquí se producen muchas muertes extrañas".

José Vázquez, un antiguo militante del Movimiento Comunista y el PCE gobernó durante siete años el municipio de Vilanova de Arosa (Pontevedra), uno de los centros claves del contrabando y el narcotráfico en las rías gallegas. El pasado 31 de agosto dimitió de su cargo, como ya había. anunciado unos meses antes. "Por razones de índole personal que no tienen relación directa con mis denuncias sobre actividades ilegales", explica.Se hizo popular a principios de los años ochenta, cuando alzó la voz para denunciar que el contrabando se estaba haciendo con el control económico de la zona. Durante dos años permaneció al margen de la alcaldía después de un extraño pacto municipal que muchos vecinos no dudaron en atribuir a los buenos oficios de los capos. En aquella época dice que llegó a sentir mucho miedo pero explica: "Tiré para adelante porque sabía que detrás tenía una gente que confiaba en mí".

Pregunta. ¿Por qué decidió usted tomar la iniciativa en la lucha contra el contrabando en la zona?

Respuesta. Yo no denuncié el contrabando en sí, denuncié las secuelas que se iban derivando de él. Y es más, predije que una vez que se establecieran las redes aquí se iba a introducir algo más que tabaco, que estas redes se iban a reforzar, a organizar. Y en el año 1982 denuncié el problema que se iba a crear con el lavado del dinero negro. El tiempo fue dándome la razón. Ahora nos encontramos con sectores económicos que nunca imaginaron que les iba a afectar el problema del contrabando, como el conservero, y que ahora padecen la competencia desleal de otras empresas dedicadas al blanqueo que no tienen obligación de generar beneficios. Entonces se producen situaciones delicadísimas, cierran industrias y negocios y eso provoca que gente que se dedicaba a actividades honradas se tenga que enrolar en las filas del contrabando para sobrevivir. Hoy en día buena parte de los negocios, incluso la propia banca, empresas automovilísticas, etcétera, se están montando con capital procedente del contrabando.P. Si algún día se acaba esto el impacto económico será gravísimo.

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R. Si desaparece de un día para otro desde luego que sí, pero lo que está claro es que esto no es solución de ningún tipo. En estos momentos se está abandonando el sector primario, que tendría que ser la base del desarrollo económico de la zona, en beneficio del sector terciario que se aprovecha del dinero fácil que hay que blanquear. Pero ¿y el día que no llegue el dinero? Porque esto tiene un fin o acabamos un día convirtiéndonos en Sicilia o en Chicago años veinte. Ese día sí que va a ser terrible. Por ahora aún estamos a tiempo, dentro de 10 años es posible que no.Tapadera

P. ¿Ante esta situación cree que pueden surtir efecto las medidas adoptadas por las autoridades para reprimir el contrabando y el narcotráfico?

R. Estamos hablando de un tema que no se puede solucionar por medio de la represión. La Administración siempre cuenta con menos medios y con menos ganas -y no lo digo por la Administración en sí, sino por los que tienen que desempeñar la labor represiva- que los contrabandistas. Ellos tienen lanchas más potentes y conocen hasta el último rincón de la ría. Entonces no hay posibilidad de atajarlos por ahí, ésa es una carrera perdida. Lo primero que hay que hacer es acabar con la tapadera del comercio del tabaco que mantiene engañada a la sociedad. La gente sabe perfectamente que por aquí entra cocaína, pero nadie reconoce que trafique con droga. Acabar con el tabaco supondría que la sociedad asumiera de verdad lo que está ocurriendo, porque tiene que ser la sociedad la que reaccione. Y con el tabaco se acaba persiguiendo no al traficante, sino al último expendedor. Pero la política de represión no tiene sentido mientras haya alguien que esconda en su casa a un contrabandista.

P. ¿Ya no vale entonces la distinción entre contrabandistas buenos, los que se dedican al tabaco, y, contrabandistas malos, los de la droga? ¿Toda la actividad está ya volcada al narcotráfico?

R. Bueno, puede que quede algún contrabandista puro, pero si queda tendrá que combinarlo con algún otro tipo de actividad porque, según mis cuentas, con el tabaco no se gana ya dinero, al contrario. Desde hace tres años por aquí pasa mucha cocaína. Y hay una organización, una red extendida por todo el norte de España.

P. ¿Con contactos en Colombia?

R. Conozco vecinos de Vila nova que van frecuentemente a Colombia y que también tienen &allí sus contactos. Lo que no sé es a qué nivel.

P. ¿Teme usted entonces que la situación explote?

R. Hombre, aquí no se anda con revólveres por la calle, las cosas se hacen más a la gallega. Pero se han producido muertes que, aunque yo no las puedo achacar al contrabando, son sospechosas porque eran personas relacionadas con este tema. Cuatro personas murieron ahogadas entre 1987 y 1988 y todas estaban relacionados con el contrabando de drogas. Puede ser una casualidad, pero sería mucha casualidad, todos muertos y, además de la misma forma. Y aquí también se habló de determinado capo que murió atropellado -yo no me lo creo- y cantidad de veces fueron quemadas casas y embarcaciones de algunos capos. Tenemos muertos, fincas que arden, desaparecidos, ¿qué más queremos?.

P. ¿Cree que los narcotraficantes podrían en algún momento amenazar a los poderes públicos, infiltrarse en la política?

R. Ya lo han intentado y lo seguirán intentado. Hay que tener en cuenta el poder económico que poseen. Yo sé de un vecino de este municipio relacionado con la peseta connection que está ingresando en bancos suizos 500 millones de pesetas cada semana. ¡Con tanto dinero! Si el control de la economía de la zona lo lleva el contrabando -y aquí no le falta mucho- controla todos los centros de poder.

Un guiño

P. ¿Y ahora mismo usted conoce algún político relacionado con todo esto?

R. Políticos como curas..., pues hay de todo como en cualquier profesión. Yo no tengo pruebas. Ahora, lo que sí es cierto es que desde determinados grupos políticos se ntent ó minimizar esta situacion e incluso disculparla. A mí el otro día me llamó la atención que Fraga en unas declaraciones en televisión dijera que él iba a acabar con estas lanchas que meten la droga en la ría. Bueno, a lo mejor fue un guiño que él hizo, porque sinceramente yo creo que algunos momentos se produjeron por parte del partido de Fraga silencios cuando menos sospechosos. Aquí se habló que tal partido apoyaba a la gente del contrabando y no se hizo ningún tipo de desmentido ni de comunicado. Ahora ya es rentable hablar del contrabando, hablar de arnenazas, es rentable decir que con esto se va a acabar. Todo el mundo se apunta a ese carro. A mí eso me parece bien pero siempre que sean consecuentes.

"Cuando se habla de los contrabandistas se hace en voz baja, como en el franquismo". José Vázquez afirma que los vecinos de las rías bajas sienten miedo ante los narcotraficantes eso provoca "un ambiente de falta de libertad".

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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