Industria advierte que la toma de participaciones de los bancos en las eléctricas no incidirá en la reordenación del sector

El creciente volumen de transacciones que registran las acciones de las compañías eléctricas en los mercados bursátiles es objeto de un estrecho seguimiento por parte de los máximos responsables del Ministerio de Industria, quienes reconocen que buena parte de estas operaciones obedecen a la toma de posiciones por parte de los principales accionistas, es decir, los bancos. Ante la incapacidad de controlar estos movimientos, los responsables de Industria han advertido que los cambios en el accionariado que se produzcan a raíz de operaciones bursátiles no incidirán en la futura reordenación del mapa empresarial del sector.Para Industria el futuro mapa eléctrico debe ser fruto de una estrecha colaboración entre la Administración y las empresas inspirada únicamente por enterios de mejora de la eficacia y rentabilidad industrial. Las mismas fuentes aseguran que la reciente toma de una participación de Endesa en Sevillana debe interpretarse como una inversión financiera y que no ha superado el 10%.

Las mismas fuentes insisten en que la reordenación del sector no está sujeta a ninguna urgencia y que será fruto de una negociación directa con las empresas eléctricas sin la intervención de los bancos.

Las negociaciones para diseñar el nuevo mapa eléctrico se realizarán de forma paralela a la negociación del nuevo Plan Energético Nacional. En cuanto al contenido de la reordenación se tenderá básicamente a minimizar las compensaciones con objeto de reducir los desequilibrios de producción en las proplas compañías y en el sector. Ello significará por una parte una distribución más uniforme de las distintas fuentes de energía en las empresas; y sobre todo un mayor equilibrio entre producción y mercado. Este últimoaspecto exigirá básicamente ampliar el mercado del grupo público liderado por Endesa.

La Administración ha detectado también que una parte importante de las inversiones en el sector han sido realizadas por inversores extranjeros.

Sin embargo, existe el convencimiento de que se trata de inversiones financieras impulsadas fundametalmente por fondos de inversiones u otros grupos con cierta estabilidad. La Adminsitración ha explicitado que no permitirá la participación de eléctricas extranjeras en compañías españolas.