UGT decide no apoyar al partido socialista por primera vez en unas elecciones legislativas

Los 130 miembros del Comité Confederadal de UGT aprobaron ayer "no solicitar el voto para ninguna formación política" en las próximas elecciones legislativas, con la oposición de los dos representantes del sindicato minero de Asturias (SOMA-UGT) y los tres de la federación de jubilados, que argumentaron razones muy diferentes. En la resolución se enumeran los incumplimientos que impiden al Sindicato pedir el apoyo electoral para el PSOE por primera vez en unos comicios legislativos, pero no se orienta el voto de los afiliados.

Nicolás Redondo, secretario general del sindicato, aseguró que de esta manera es como actúan los sindicatos europeos y justificó la ambigüedad de la resolución así: "No pretendemos castigar al PSOE, pero tampoco queremos ser cómplices de una determinada política" que él considera lesiva para los trabajadores, los jubilados, los parados, los jóvenes y las clases más desfavorecidas.Los representantes del SOMA, y en concreto su secretario general, José Ángel Fernández Villa, que es también miembro de la ejecutiva del PSOE, se opusieron a tal decisión porque supone perder la orientación socialista de UGT. Fernández Villa llamó la atención sobre la trascendencia de romper una tradición histórica.

Fernández Villa descalificó, en declaraciones a la Prensa, el desarrollo del comité y aseguró que "en UGT ya no existe debate interno". Tanto él personalmente como el SOMA recalcan que van a acatar la resolución del sindicato, mientras que uno de los máximos responsables de la central comentó en los pasillos que "se les va a mirar con lupa".

Los argumentos de los dirigentes de la federación de jubilados fueron muy diferentes. Ellos votaron en contra de la resolución final porqué no se aceptó su propuesta para que, en coherencia con el no apoyo a ningún partido, se eliminasen del texto las discrepancias que separan a UGT del Gobierno.

Esas divergencias, que ocupan casi dos folios de la resolución final, consisten en el agotamiento de un modelo de crecimiento económico tan inestable como injusto que ha provocado graves desequilibrios en el mercado de trabajo, el anuncio de medidas de ajuste que disminuirán el empleo y la deuda social con pensionistas, parados, empleados públicos y trabajadores sujetos al salario mínimo.

Nicolás Redondo manifestó su "profundo respeto" hacia la decisión adoptada por los dirigentes de la federación de jubilados porque "han dedicado toda su vida al PSOE y la UGT y sienten un cierto desgarramiento". No le extrañaron tampoco los votos negativos de Fernández Villa y el otro representante minero, las únicas vices discrepantes que intervinieron en el comité, aspecto que fue subrayado por el secretario general de UGT.

"Mal uso de la mayoría"

Para Redondo la reunión, que duró cuatro horas, ha sido "poco noticiable y sin ninguna atención". El dirigente sindical no quiso responder sobre si le parece deseable que el PSOE mantenga la mayoría absoluta y argumentó que quiere hablar muy poco de, las legislativas, pero a continuación añadió que "se puede hacer mal uso de la mayoría parlamentaria". Lo que a su juicio deber hacer "un Gobierno inteligente" es "apoyarse en las fuerzas progresistas y en sus aliados naturales".

El máximo dirigente ugetista puso mucho cuidado en destacar que su organización defiende posiciones estrictamente sindicales y en no citar a las fuerzas políticas distintas del partido socialista. Sí recordó una y otra vez todos los incumplimientos del PSOE y de sus programas electorales de 1982 y 1986, como la promesa de que en la legislatura que ahora acaba el Gobierno iba a atender la microeconomía, algo que según Redondo no se ha hecho, mientras que acusó al Gabinete de estar obsesionado únicamente por las grandes magnitudes macroeconómicas.