El cachorro y el rabo
La bolsa madrileña vivió ayer una jornada caracterizada por las realizaciones de beneficios en aquellos sectores que más tiraron del índice en las últimas sesiones. Tal circunstancia a punto estuvo de dejar de nuevo el récord histórico en sólo un deseo. No obstante, un dinero cauto pero suficiente consiguió mantener la dinámica alcista de los últimos días.A, media mañana se consiguió igualar la marca de octubre de 1987 para perderla posteriormente. El cachorro se miraba el rabo, pero al fin, consiguió prenderlo. De nuevo, el cierre del mercado continuo añadió las centésimas necesarias para romper el techo histórico. El corro de las eléctricas sufrió la presencia de papel, si bien, fue contestado por un dinero que no ha perdido la alegría de los pasados días.
Una vez más Hidrola registró un importante volumen de contratación, con casi tres millones de acciones negociadas. El sector estrella de la pasada semana aguantó bien las realizaciones e incluso aportó su grano de arena positivo al índice. Las dos empresas del grupo que se estrenaban en el sistema de contratación por ordenador registraron subidas en su cotización.
Los valores americanos, junto con el grupo químico, contrarrestraron la actuación de los bancos, con un saldo mayoritariamente vendedor. La opinión más extendida, en un mercado que al cierre mostraba síntomas de cansancio y papel, es que se había asistido a una sesión de trámite en la que la inercia de la pasada semana hizo posible una nueva marca para la historia.
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