Humor en Prensa
En el número del pasado 27de agosto se publica la carta de una señora o señorita, "cuya edad no supera los 30 años", quejándose de la temática de la serie de dibujos bajo el título Máximo / Verano. El primer motivo de su queja es que tales chistes no le hacen reír ni siquiera esbozar una sonrisa. Aquí la señora o señorita Lola Lasala incurre en el primer despiste. ¿Quién le ha dicho que los dibujos de Máximo sean chistes? Por supuesto que no habrá sido su autor. No llame chiste a lo que no es sino un dibujo. ¿Qué clase de dibujo? Los dibujos de Máximo habrían de ser calificados de alegóricos. La alegoría es un recurso empleado en todas las artes desde los tiempos más remotos: aparece en el dibujo, la poesía, la pintura... Y, desde luego, la alegoría no tiene obligación alguna de producir risa o sonrisas (aunque muy bien puede pretenderlo, y con frecuencia Máximo lo pretende y lo hace). También la alegoría es y pretende ser amarga, e incluso deprimente (y no pocos de los dibujos de Máximo son y pretenden ser así).La segunda y más contundente queja de la señora o señorita Lasala es la "continua aparición" en los dibujos de tal serie "de desnudos, por supuesto femeninos", que en su opinión sólo demuestran el "máximo machismo" de su autor. La palabra verano se ha convertido, se quiera o no, le guste a usted o no (me guste a mí o no), en sinónimo de libertad, alegría, placer, naturalidad, y también, cómo no, de conceptos como sensualidad o sexo. Desde tiempos helénicos, las artes han empleado los desnudos por su valor estético, por su valor alegórico o, con la máxima frecuencia, por las dos cosas. Y atendiendo al segundo término, el desnudo o semidesnudo femenino (con escasas excepciones) suele representar: libertad, alegría, placer, naturalidad, sensualidad, sexo, etcétera; es decir, los conceptos tópícamente asociados al verano. El desnudo o semidesnudo masculino suele significar: fuerza, arrojo, violencia, cuando no desvalimiento, sometimiento, o muchísimas veces el sufrimiento en grado sumo. No hay que ser experto en historia del arte (yo no lo soy) para comprobarlo: baste con pensar en la de representaciones que en todo el mundo hay de la agonía de Cristo, semidesnudo.
Pero la frase de su carta que me ha causado más indignación es otra: "Que cada uno... dibuja... como quiere es indiscutible, pero que estos chistes son el resultado de una estrecha mente oxidada por falta de uso también es cierto". Por favor... Uno (cuya edad sí supera los 30 años) se siente tentado a afirmar que "una mente que confunde cualquier dibujo aparecido en un periódico con un chiste revela ser estrecha y oxidada por falta de uso". Por respeto hacia el discrepante, uno no lo hace.-
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