Un joven muerto y cinco muy graves por heroína adulterada que se vende en Carabanchel

Un joven ha resultado muerto y otros cinco gravemente intoxicados durante los últimos días al inyectarse heroína adulterada que habían comprado a un traficante del barrio de Carabanchel, donde vivían todos ellos. Esta cadena de envenenamientos comenzó el pasado 30 de agosto. El jefe de la comisaría del distrito, Andrés Arregui Saucedo, teme que el número real de afectados sea al menos el doble. La policía está intentando identificar al vendedor de la droga y reunir pruebas contra él.

Unos patrulleros recogieron a las diez de la noche del pasado 30 de agosto a la joven Trinidad G. A., de 25 años, la cual se hallaba caída junto a la casa de socorro de la calle del General Ricardos. Junto a la víctima, que fue trasladada inmediatamente al hospital Doce de Octubre, fue encontrada una jeringuilla. Estaba claro que acababa de chutarse (inyectarse una dosis). Pero lo que nadie sabía es que con ella se iniciaba una alarmante serie de intoxicaciones por droga.Al día siguiente, poco antes de las dos de la tarde, otros agentes del Cuerpo Nacional de Policía prestaron auxilio a Amador P. L., de 18 años, quien se encontraba inconsciente en un descampado de la calle de Durazno. Sin pérdida de tiempo, los agentes condujeron a la víctima al hospital militar Gómez Ulla, el más próximo a la zona.

El mismo 31 de agosto, sobre las 21.30, el joven Oscar M., de 20 años, fue hallado caído con una aguja en el brazo junto al polideportivo de Pan Bendito.

Apenas una hora más tarde otros patrulleros tuvieron que auxiliar a Carmen P. C., de 30 años, que estaba desvanecida en un solar de la calle de Salvador Alonso. La mujer, que acababa de salir de la prisión de Yeserías, fue llevada urgentemente al hospital Doce de Octubre.

El hecho de que se hubieran producido cuatro casos de intoxicación por heroína en sólo 24 horas alertó a los hombres de la comisaría del distrito de Carabanchel. Estaba claro que algún traficante estaba vendiendo droga adulterada con algún producto de fuerte toxicidad.

La cadena de drogadictos envenenados continuó con el hallazgo de Jorge B. A., de 25 años, que a las cuatro de la tarde del pasado viernes fue recogido por unos agentes en la calle del Tercio. El joven, que tiene antecedentes por robo con fuerza y otros pequeños delitos, se acababa de inyectar una papelina, según comunicaron a los agentes unos amigos del joven.

El pasado lunes, cuando parecía que ya había finalizado la mala racha de intoxicados, se produjo el caso más grave. Rafael S. N., de 25 años, fue descubierto sin vida dentro su coche, un Citroén GSA, aparcado en la calle de Armengot, cerca de la del General Ricardos.

Dentro del vehículo del, joven muerto había una jeringuilla hipodérmica con restos de líquido blanco, una aguja y una ampolla de agua destilada. Rafael era empleado de un taller de cerrajería, pero estaba de baja laboral por una enfermedad pulmonar.

'Cóctel explosivo'

La policía ha iniciado una investigación para identificar al traficante que está distribuyendo esta heroína mortífera. Los agentes han llegado a la conclusión de que dicho individuo es presuntamente un camello de la calle de Francisco Sánchez, próxima al cementerio de Carabanchel.Andrés Arreguí, jefe de la comisaría del distrito, cree que el sospechoso está vendiendo heroína que en realidad es un cóctel explosivo para los consumidores. Aunque aún no se conoce su composición, Arregui piensa que "las papelinas deben estar compuestas por una cantidad mínima de heroína y mucho de anfetaminas y otros fármacos".

Los policías encargados del caso opinan que el traficante sospechoso se ha visto obligado a adulterar excesivamente su mercancía. El origen de tal situación estriba en que actualmente acuden a él muchos drogadictos que no logran encontrar a sus proveedores habituales porque están faltos de heroína o porque se hallan de vacaciones.