Victoria de los democristianos en Holanda

La democracia cristiana holandesa (CDA) ganó ayer las elecciones legislativas en los Países Bajos con un 36% de los votos, lo que equivale a 54 escaños, según los resultados divulgados después de haberse escrutado el 85% de los votos. Con este resultado, el ex primer ministro Ruud Lubbers regresará a su puesto en La Haya, pero, probablemente, para gobernar tendrá que recurrir a formar coalición con el grupo de su principal oponente, el socialdemócrata Wim Kok (PvdA), que obtuvo un 31,8% (49 escaños).

Los liberales (VVD) salieron derrotados de los comicios con un 13,8% de los votos (22 escaños), que los sitúa en un posición frágil apartándoles de un nuevo acuerdo de gobierno con el CDA. El dato más singular ha sido el 4% (6 escaños) obtenido por los verdes de izquierda (Groen Linke). Este bajo resultado muestra la importancia que los temas ecológicos han adquirido en los programas de los grandes partidos, que parecen, además, capaces de presentarlos con más eficacia que los propios ecologistas. Los social-liberales (D-66) obtuvieron un 8,3% de los votos (12 escaños), en una jornada en la que votó el 86% de los electores. La extrema derecha (Centro Democrático) han obtenido un escaño.

Defensa del medio ambiente

La financiación de los planes de defensa del medio ambiente, el espinoso asunto que derribó el Gabinete de Lubbers el pasado mes de mayo, ha sido el argumento constante de estos comicios. Los cinco candidatos han hecho profesión de fe ecologista en todas sus apariciones públicas, asombrando al electorado con proyectos de salvación de bosques y ríos, impuestos sobre los productos dañinos y tasas especiales, que incluirían a todos los ciudadanos respetando sus ingresos.

Durante la campaña, el CDA propuso, por ejemplo, una inversión de 7,3 billones de florines (400 billones de pesetas) y la firma de acuerdos con las empresas contaminantes. Su oponente socialista (PvdA) ofreció medidas estrictas de control y todavía 2,7 billones de florines más. Los social-Iiberales (D-66) rompieron cualquier pronóstico al presentar un presupuesto ecológico de 9,9 billones de florines (550 billones de pesetas), y hasta los liberales (VVD) abogaron por un nuevo sistema tributario, siempre que no repercutiera sólo en las clases medias. Estos presupuestos comprenden proyectos hasta el año 2005.

De este modo, el futuro del ecosistema ha relegado el problema del -paro a un segundo plano, monopolizado por los hasta ayer principales contendientes: Rutid Lubbers y Wim Kok. Ambos han discutido con dureza sobre la forma de combatir el desempleo, que el primero quiere integrada en la futura mejora de la economía holandesa. Kok prefiere iniciar el combate sobre el terreno estimulando al paro y reforzando luego la posición económica de los Países Bajos.