Ozzy Osbourne,
el cantante británico de heavy-metal, compareció ayer ante un juez londinense por haber sido acusado de intentar matar a su mujer el pasado sábado. Ozzy Osbourne, conocido por sus escándalos y estridencias, se presentó en el juzgado completamente vestido de negro y con unos enormes pendientes de brillantes en sus orejas. Los magistrados decidieron dejarle en libertad hasta el día 25, que se celebrará el juicio, con la condición de que no vuelva al hogar ni vea a su mujer.
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