García Damborenea anuncia a González la creación de una corriente crítica en el PSOE

Ricardo García Damborenca, ex secretario general de los socialistas en Vizcaya, ha enviado una carta al secretario general del PSOE, Felipe González, en la que le anuncia la creación en el seno del partido, "con otros compañeros", de una corriente de inspiración socialdemócrata que se llamará Democracia Socialista. El texto, sólo firmado por García Damborenea, ha sido elaborado, según fuentes conocedoras del mismo, durante este verano por varios destacados militantes socialistas. El objetivo de esta nueva corriente es ofrecer una "clara disidencia dentro del partido", lejos del radicalismo de Izquierda Socialista y de "la opción netamente conservadora con ribetes neoliberales" que a su juicio impera en el partido.

El documento enviado al secretario general del PSOE, Felipe González, critica duramente el "inmovilismo" que se experimenta en el PSOE y la falta de pluralismo. "No queda lugar para la discrepancia porque no queréis que exista. Tener opinión y expresarla se ha convertido en un delito punible"."De seguir así", dice el escrito, "bien pudiera ocurrir que efectivamente el partido quede reducido a tu figura y a tus criterios, con lo que, si algún día dejas de dirigirlo, tal vez no quede nada". Y en tono coloquial sigue diciendo: "Debiera ser obvio que ni el PSOE, ni el socialismo se reducen a tus planteamientos y, por tanto, que no pensar como tú no sólo no perjudica al partido, sino que lo enriquece hoy y asegura su supervivencia de mañana".

Fuentes relacionadas con la elaboración de esta carta a Felipe indican que sus promotores habían decidido presentarla este mes de septiembre mucho antes de conocerse oficialmente la convocatoria de elecciones anticipadas. Una vez anunciada esta decisión, los autores de la carta, decidieron mantener su intención inicial. Desde junio, han "metido la cuchara en este texto" un número significativo de destacados militantes socialistas, pero, por razones de seguridad, se prefirió restringir al máximo. Promotores de esta iniciativa explican que el hecho de que sólo aparezca García Damborenea fue acordado porque parecía lo más natural, aunque admitían que, de no haber existido la convocatoria de elecciones y subsiguiente temor a ser marginados de las listas electorales en represalia, habrían aparecido más firmas.

Este documento responde, según sus creadores, a un intento de buscar una vía alternativa, tras el fracasado debate que se pretendió abrir con el documento crítico del pasado mes de febrero. "Con la mayoría conservadora que domina el partido está claro que no cabe debate. Hay que buscar una posición diferenciada", explican. Por otro lado, estiman que la presentación de esta corriente en vísperas electorales no perjudica, sino que enriquece la oferta de este partido.

Excepciones

No todos los 15 ex altos cargos firmantes del anterior documento crítico han intervenido en la génesis de esta carta. (Posteriormente otros 1.030 de los 215.000 afiliados suscribieron el escrito del pasado febrero).Este es el caso de José Torreblanca, presidente del Consejo Escolar, quien afirmó no haber sido consultado sobre este nuevo texto, y de Luis de Velasco, ex secretario de Estado y diputado por Navarra, quien manifestó haber leído la carta ayer y que estaba pensando si lo apoyaba porque le parecía "válida, interesante y digna de estudio".

Otros, como Juan Francisco Martín Seco, ex secretario general de Hacienda y actual presidente de Minas de Almadén, se limitó a indicar: "Si Damborenea crea esa corriente, participaré en ella probablemente". En la sede del PSOE, al cierre de esta edición no se había podido confirmar la recepción de la carta.

Fuentes vinculadas a esta iniciativa afirmaron que "no se trata de abandonar el partido", aunque apuntaron que el "hecho de que una disidencia acabe o no en escisión depende de la tolerancia que respecto de su existencia tenga la dirección del partido".

La carta a Felipe trata de disipar la sospecha de que se intenta desunir el partido. "Vaya por delante que una disidencia, tal y como la entendemos, no implica discordia sino muy saludable pluralismo", y advierte que en cuanto a ellos dependa "no es de temer la menor deslealtad". Sin embargo, en el documento se esgrimen argumentos que contienen una clara intención de oposición a la política actual: "No nos gusta que se fomenten los monopolios, sean financieros, políticos o informativos. No nos gusta que se desmovilice a los ciudadanos. No nos gusta que pasemos a través de la estructura social del tardofranquismo sin modificarla".