La entrepierna de Máximo
Los dibujos veraniegos últimos de Máximo son índice de una asombrosa pericia en entrepiernas: la suya propia. La entrepierna de cada una es su territorio. Él es el tasador de fincas, el que usufructúa el predio, el agrimensor de fundos, el registrador de la propiedad y el que la catastra. Él sabe a ciencia cierta dónde se enclavan las fincas de los pobres. O dicho -mucho mejor dicho- con palabras de Miguel Espinosa (Escuela de mandarines, capítulo 61, al final): "La Serafina quiso ser distinguida / ¡Ay!, madre, la Serafina. / ¿Qué procónsul tienes en la familia?, / ¿dónde está el predio de tu abuelita? / Entre los muslos tiene / su finca la Serafina".- Calasparra, Murcia.
Máximo
¿Dónde he leído yo que la finalidad de los chistes es hacer reír, o al menos lograr el esbozo de una mínima sonrisa? Pues bien, ni lo uno ni lo otro logra el llamado Máximo, autor de los diarios chistes de EL PAÍS. La continua aparición de desnudos, por supuesto femeninos, transformados en picos y aristas, sólo demuestra, en mi humilde opinión, que el autor ganaría el premio al máximo machismo y al máximo exponente de falta de originalidad.Que cada uno escribe, o dibuja en este caso, como quiere es indiscutible, pero que estos chistes son el resultado de una estrecha mente oxidada por falta de uso también es cierto. Por favor, que existen miles de imágenes, ideas y contenidos con sólo mirar alrededor para crear el humor del que todos estamos tan necesitados. Humor, no horror.
Por curiosidad solamente me gustaría conocer la opinión de otros lectores (quizá yo no tenga sentido del humor). Que conste que mi edad no supera los 30 años. Para finalizar diré que existen humoristas que consiguen que su chiste sea buscado con afán diariamente en la Prensa, cosa que en este caso...-
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