Cubillo desmiente relaciones del 'Rubio' con el MPAIAC
"Alguien sigue empeñado en echar el muerto de Eufemiano Fuentes a los independentistas", declaró ayer a EL PAÍS Antonio Cubillo, líder del Congreso Nacional de Canarias (CNC) y antiguo dirigente del Movimiento para la Autoderminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC), en Playa de las Américas (Tenerife), donde pasa sus vacaciones. "El Rubio no tiene nada que ver con nosotros, y menos con el secuestro y desaparición del industrial tabaquero canario", añadió. Cubillo asegura que Fuentes está vivo y reside en Río de Janeiro (Brasil), donde fue visto por personas allegadas al líder independentista, siempre según éste.
Cubillo reconstruyó ayer los hechos ocurridos hace 13 años. Según dijo, Ángel Cabrera Batista, el Rubio se encontraba en Gran Canaria en junio de 1976 casualmente, ya que había llegado como polizón en un barco procedente de Uruguay para ver a su madre, que se encontraba muy enferma. Según esta versión, que relató el propio Cabrera a Cubillo en Argel pocos meses después, el delincuente se disponía a regresar a Argentina cuando se produjo el secuestro del empresario tabaquero. El Rubio, que el pasado domingo se entregó a la justicia con gritos de apoyo al independentismo, se vio obligado, siempre según lo que confesó a Cubillo, a huir de la policía y esconderse en las plataneras próximas a su domicilio en la localidad tinerfeña de Arucas.Cuando Cabrera logró zafarse de la persecución policial y escapar de la isla en una plataforma petrolífera que le condujo a Malta, ya había trascendido la supuesta autoría del secuestro de Eufemiano Fuentes por el MPAIAC.
En Malta conectó con Cubillo, que se encontraba en Argel, a través de una tercera persona y le ofreció 19 pistolas que había robado en un acuartelamiento de Gran Canaria a cambio de un pasaporte.
Cubillo, según relató ayer a este periódico, aceptó el trato y le invitó a trasladarse a Argel. Al llegar a esta capital, el líder independentista tuvo oportunidad de interrogar a Cabrera durante varias horas y conocer su versión de lo ocurrido. "En seguida me di cuenta que El Rubio no tenía nada que ver en el asunto y que había sido objeto de una encerrona. Mi impresión es que Eufemiano Fuentes tenía interés en abandonar la isla y organizó su propio secuestro con la ayuda de un hermano de su yerno, que había llegado de México esos días. Cuando se armó el lío se dieron cuenta que El Rubio estaba en la isla y que era un buen chivo expiatorio", manifestó Cubillo.
En los meses que El Rubio permaneció en Argel como invitado del MPAIAC, telefoneó varias veces a su familia y, según Cubillo, confirmaba su impresión de que estaba desorientado. "Él mismo me dijo cómo estando oculto oyó que al buscarle decían: 'Hay que matar al Rubio' y estaba asustado". El Rubio llegó a Argel herido en una pierna a causa de un disparo que recibió durante su búsqueda. "Tuvimos que curarle en Argel", añadió el nacionalista canario.
"Juro por mi madre, que es lo que más quiero, que no he tenido nada que ver en el caso", confesó Cabrera Batista en una larga declaración emitida a finales de 1976 desde Argel, a través de La Voz de Canarias Libre, emisora del MPAIAC.
'Chorizo', pero no tonto
Cubillo reveló otros pormenores del secuestro de Eufemiano Fuentes. Recuerda que en Argel se enteró de la localización de los supuestos restos del industrial tabaquero, hallados en el foso de La Dehesa, junto a la casa del Rubio, con una cadena de oro. "Se lo comenté a Cabrera Batista y me dijo que él era un chorizo, pero no era tonto y que nunca habría ocultado el cadáver de la víctima en el pozo de su casa, habiendo varios centenares en la isla, y mucho menos habría dejado abandonada la cadena".
Finalmente, Cubillo aclaró que, tras varios meses de convivencia, llegó a la conclusión de que había que prescindir del Rubio porque era una persona incontrolable y le dio un pasaporte para que viajara a Bélgica. Según sus noticias, en dicho país intentó vincularse nuevamente a los independentistas canarios con supuestos planes de liberación de Canarias. Sus esfuerzos fueron en vano. "En la actualidad, no existe ningún vínculo con él", agregó.
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