La compañía italiana invertirá 1.300 millones de pesetas en la operación

La aseguradora vasca Lagun Aro, perteneciente al grupo cooperativo de Mondragón (Guipúzcoa), parte a la conquista del mercado español tras asociarse con el sexto consorcio italiano del sector, Unipol, que invertirá en la operación 1.300 millones de pesetas. La alianza entre las dos empresas financieras de economía social responde a una estrategia más amplia de colaboración y asociación europea para competir en el gran mercado de 1992.

Lagun Aro es una sociedad anónima participada al 50% por la mutua del mismo nombre, que suple a la seguridad social en el grupo cooperativo, y por Caja Laboral Popular, el pulmón financiero del núcleo de empresas vascas de trabajo asociado. Creada hace ahora seis años, ha mantenido un ritmo muy rápido de expansión. El volumen de las primas contratadas aumentó el año pasado un 72%, más del triple que la media registrada en el sector. Pese a este dinamismo, Lagun Aro, con 18 oficinas abiertas al público, un centenar de empleados y 2.359 millones de pesetas de ingresos en el ejercicio pasado, es todavía un proyecto muy modesto frente al Gollat italiano. Unipol prevé ingresar este año aproximadamente 90.000 millones de pesetas en primas, con una cartera de casi dos millones y medio de pólizas suscritas.

En su capital participan en posición dominante la Liga Nacional de Cooperativas y Mutuas y las tres grandes centrales sindicales italianas, CGIL, CISL y UIL, además de organizaciones de agricultores, artesanos y pequeños comerciantes.

Esta peculiar composición del capital, al margen de los circuitos financleros habituales, condiciona la orientación de Unipol- El consorcio italiano, además de buscar la expansión y la rentabilídad del negocio, quiere participar en el desarrollo de la economía social en la Comunidad Europea y hacerlocon sus propias ideas. La empresa vasca como la italiana comparten una filosofia del seguro como expresión de solidaridad con quienes padecen siniestros, y entienden las plusvalías como un instrumento para la creación de riqueza y de puestos de trabajo.

El presidente de Unipol Enea Mazzoli, podía lamentarse el pasado jueves en Mondragón, durante el acto de la firma del acuerdo con Lagun Aro, de la falta de una estrategia común entre los sindicatos y las organizaciones de la izquierda europeos, "incluidos los partidos políticos"'. Un discurso inhabitual para acompañar una inversión extranjera, recibido sin pestañear por los presentes, incluido el vicepresidente del Gobierno vasco, el socialista Ramón Jáuregui.

Economía social

Puesto que las empresas de economía social no pueden desarrollar una política de fusiones y adquisiciones de tipo capitalista, añadía Mazzoli, deben colaborar en el terreno de la formación, la tecnología y la experiencia comercial y afrontar en común nuevas iniciativas. La asociación con Lagun Aro es el primer ejemplo de todo ello. Unipol entra con un 30% en el capital de la compañía vasca y participa con un 70% en la nueva sociedad Lagun Aro Vida. La aseguradora de las cooperativas traspasará con sus nuevos socios italianos las fronteras del País Vasco, al que había limitado hasta ahora su red comercial. La apertura de nuevas oficinas se miciará en Madrid, Barcelona y Valencia durante 1990.

Su capacidad de competir se basa, según sus dírectivos, en una tarifa de primas más baja que la media y en la prestación de servicios adicionales sin encarecimiento del producto final. Un ejemplo es la incorporación automática al seguro de automóviles de una póliza de asistencia en viaje, suscrita con Europ Assístance.

La aportación de 1.300 millones de pesetas a una empresa local de servicios financieros representa para Ramón Jáuregui, que presidió el acto de firma del acuerdo, un símbolo de la evolución de la economía vasca y de las inversiones extranjeras. La comuníciad autónoma de Euskadi ha logrado atraer en el primer semestre del año 22.000 millones de pesetas procedentes del exterior.