La Comunidad crea una normativa para reducir la peligrosidad de las rotondas
La Dirección General, de Transportes de la Comunidad de Madrid ha elaborado un documento para unificar criterios en la construcción de rotondas giratorias, un elemento concebido para evitar los semáforos en las intersecciones y que ha proliferado en los dos últimos años en las nuevas carreteras del área metropolitana. Este documento servirá de base para una normativa regional que ponga fin a la actual confusión existente entre: los automovilistas, que ignoran por lo general las normas de preferencia y convierten las rotondas en puntos peligrosos para la circulación.La primeras glorietas giratorias se construyeron hace aproxidamente un año en la ronda sur de Pozuelo y Aravaca. A partir de ese momento comenzaron a proliferar en la zona oeste, y últimamente se han extendido por las nuevas carreteras del sur y por vías suburbanas como la que discurre por el Sector Tres de Getafe. En la actualidad hay más de un treintena en funcionamiento.
La experiencia -prestada del Reino Unido y de Francia, donde son bastante habituales- parece estar dando buenos resultados. Segun un portavoz de la Dirección General de Transportes, su implantación se generalizará en todo el área metropolitana en los proximos años.
"Se trata de una medida ideal para vías suburbanas con capacidad para unos 1.500 vehículos diarios", añadió el citado portavoz. "Provocan muchas menos retenciones que los semáforos y hasta ahora hemos comprobado que no provocan más accidentes. Tiene, sin duda, grandes ventajas. Pero exige una cierta constumbre que aún le falta a muchos automovilistas madrileños."
Escaso respeto
Las glorietas giratorias tienen una mayor tradición en lugares como el País Vasco y Baleares. Allí, los conductores han aprendido ya a respetar la norma general: la preferencia de paso la tiene el vehículo que está dentro de la rotonda.En Madrid son pocos los que respetan esta norma. "La falta de unificación en cuestión de preferencias de paso ha podido contribuir a esta confusión. A partir de ahora pretendemos quie tanto la Comunidad como el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo y el Ayuntamiento sigan el misino criterio para el diseño de las glorietas."
Uno de los principales puntos negros que han surgido en los últimos meses en el víario madrileño es precisamente la nueva glorieta giratoria de la avenida del Veinticinco de Septiembre, que permite acceder a la carretera de Barcelona.
Se trata de una conflictiva intersección, situada en una curva y en plena pendiente, en la que se registran accidentes casi a diario por falta de visibilidad. La Policía Municipal reconoce que lo tiene registrado como un "punto difícil", aunque habrá que esperar a finales de año para comprobar si el índice total de siniestros es superior o inferior al de otras vías.
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