Diana de Gales
no tuvo más remedio que terminar con sus sueños de llegar a ser bailarina debido a su gran estatura, según confesó a los miembros del Ballet Bolshoi durante una representación celebrada esta semana en Londres. "Todas mis esperanzas de llegar a ser bailarina desaparecieron cuando crecí tanto", declaró la esposa del príncipe Carlos de Inglaterra al director artístico del Bolshoi, Yuri Grigorovich. La princesa fue la invitada de honor en la representación de El lago de los cisnes, que escenificó el ballet soviético para recolectar fondos destinados a la protección de los cisnes y otras aves. La gala recaudó 30.000 libras (unos seis millones de pesetas) para la Real Sociedad de Protección de las Aves, que cumple 100 años y cuya presidenta de honor es la reina Isabel II.
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