El terror de hoy, con gracia e ingenio
Tenía toda la pinta de ser el típico subproducto de terror al uso -además, su productora, la Empire, acumula la mayor cantidad de bodrios posibles de los últimos tiempos-, pero fue una de esas sorpresas gratas que todo aficionado anhela hallar cada temporada. Re-animator, dirigida por un por entonces desconocido Stuart Gordon -que nos daría después Re-sonator y Dolls, dos simpáticas piezas del género, aunque de menor tonelaje-, adaptaba un relato de H. P. Lovecraft de extracción más o menos frankensteiniana: devolver a la vida a materia muerta a partir de un extraño y amarillento suero. La película, pura serie B, contenía todos los tics que hoy afectan al cine de terror; esto es, mucha víscera, mucha sangre, todo asco e incitación al vómito. Afortunadamente, su guión y su puesta en escena denotaban una inusual brillantez, una ingeniosa construcción trufada de gags -hay un bloque central, el de la cabeza cortada y sus posteriores desaguisados, francamente antológico- y de gracia que hicieron las delicias de los amantes del género y aun de la comedia, sin olvidar, por supuesto, su brote erótico (no menos antológica es esa escena de la cabeza a punto de lamer el pubis de la protagonista). En definitiva, Re-animator, sabia mezcla de terror y comedia, ambos en su estadio más macabro, acompaña felizmente títulos como El abominable Dr. Phibes, La noche de los muertos vivientes o La matanza de Texas, revalorizando un género que, por su uso y abuso, tiende a ser menospreciado olímpicamente por las mentes serias. Disfrútese a gusto esta madrugada y esperemos no nos hayan cortado las secuencias más nauseabundas y salvajes.Por lo demás, Cabaret vendrá nuevamente a mostrarnos sus buenos momentos -básicamente los musicales, donde brillan indiscutiblemente Liza Minnelli y Joel Grey- y también sus momentos malos, esos que demuestran que la película está lejos de ser la obra maestra que en su día -y en su correspondiente ceremonia de los oscars- aparentó ser -en la entrega de esos oscars, le correspondieron ocho: al mejor director (Bob Fosse), a la mejor actriz (Liza Minnelli), al mejor actor secundario (Joel Grey), a la mejor fotografía (Geoffrey Unsworth), al mejor montaje, mejor sonido, mejor dirección musical y mejor decorado. Todo un lote.
La ingenua explosiva se emite a las 16
00 por TVE-1; Un ruso en Nueva York, a las 22.35, y Re-animator, a las 0.10, también por TVE-1; La tienda de las antigüedades, a las 10.45, y Cabaret, a las 18.30 por TVE-2.
Un ruso en Nueva York certificará el declive del antaño valioso Paul Mazursky -peor todavía, dicho sea de paso, en su posterior filme, aquí estupidamente llamado Presidente por accidente-, y La ingenua explosiva cuestionará otra vez la estatuilla, pues por ella ganó un oscar Lee Marvin, en un papel a todas luces desmesurado, posiblemente, y ya son narices, su peor papel; como comedia o western paródico tampoco funciona lo que debería, ni Jane Fonda está a la altura requerida. Un curioso largometraje británico de dibujos La tienda de las antigüedades, completa una programación variada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.