Racismo de Estado
El día 3 de junio, dos extranjeros estaban pasando por el control de pasaportes en el aeropuerto de Las Palmas. Uno de ellos tenía su pasaporte y una fotocopia de su residencia y permiso de trabajo. El policía echó un vistazo a su pasaporte y, sin mirar la fotocopia de la residencia que el extranjero guardaba doblada en la mano, le indicó que pasase.El otro extranjero tenía su pasaporte, el original de su residencia y permiso de trabajo, y su carné de conducir español. Fue detenido durante una hora y media.
El policía en el control también le indicó que pasase, pero, una vez al otro lado del control de pasaportes, se le acercaron cuatro hombres vestidos de paisano y, sin identificarse, sometieron al extranjero a un interrogatorio de modo intimidatorio y muy poco civil. Al principio, por su aspecto, pensé que los hombres eran taxistas, pero nunca he visto a un taxista comportarse así, y rápidamente llegué a 'la conclusión de que eran policías especiales.
Dos extranjeros tratados de forma radicalmente diferente. ¿Un ejemplo de la arbitrariedad del poder? ¡Nada de eso! Era un ejemplo de discriminación pura. El primer extranjero era yo. Soy británico, o sea, europeo y blanco. El otro extranjero era de raza negra y procedente de un país africano.
Existen los que ven un creciente racismo y xenofobia en Espaila. Yo no estoy de acuerdo con esta tesis. No veo un aumento en el racismo del pueblo español. Lo que veo es un creciente racismo del Estado, un racismo oficial, justificado por la ley, queda carta blanca a personas como los cuatro individuos del aeropuerto de Las Palmas.-
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