Transición bajo mínimos

La penúltima jornada de la actual etapa bursátil ni siquiera ha podido aprovechar el ambiente positivo de Wall Street para mejorar su situación de cara al traspaso de poderes que se producirá este fin de semana. Los asuntos personales siguen acaparando la atención de operadores y gestores, ya volcados plenamente en la toma de posiciones en el nuevo mercado, aunque esta toma de posiciones se ha olvidado por completo de los títulos. El volumen negociado volvió a descender, sin que en esta ocasión se tuviera conocimiento de que se hubiera producido la aplicación que aleja a la contratación de la zona de mínimos.Las eléctricas volvieron a intentarlo apoyándose en la carrera que Iberduero y Sevillana mantienen por ser el valor menos barato entre sus iguales. Endesa colaboró esta vez, aunque su subida no pasó de un entero, y todo ello sin que el dinero realizara un esfuerzo notable. Tampoco los valores bancarios se mostraron muy dispuestos a protagonizar una reacción, dejando esa decisión en manos de la caja que, esta vez, fue más consecuente con la presencia de papel, manteniendo el mismo comportamiento de siempre respecto a los saldos compradores.

Al margen de estos comportamientos tradicionales, quedó tiempo para comentar largamente los recientes nombramientos de la sociedad rectora en materia de supervisión de la contratación, al tiempo que preocupó bastante el que la subasta de préstamos volviera a superar el billón de pesetas. El cierre volvía a ser inactivo.