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Fiscal gordo y apuesto detective para las mañanas televisivas

El actor William Conrad, el que fue detective privado en la popular serie Cannon, interpreta a un duro, irascible y astuto fiscal de distrito que comparte aventuras con un apuesto y refinado detective privado (Joe Penny) en Jake y el gordo, la serie que hoy comienza a emitir TVE-1, a las 12.15, en la programación de mañana.

La serie fue coproducida en 1987 por Fred Silverman, una de las figuras más notables de la televisión norteamericana. La cadena norteamericana CBS la estrenó en septiembre de 1987.J. L.McCabe, el personaje al que Conrad presta su oronda humanidad se hace acompañar de un bulldog inglés, medio sordo y muy veterano en años, que atiende por Max y le parodia sin malicia alguna. En realidad, se trata de que los kilos de McCabe, con o sin perro, y su calculado desaseo personal contrasten con el atildado, elegante y refinado Jake Styles, un personaje inverosílmente "amueblado" -dispone de un lujurioso apartamente, trajes de firma y un reluciente Porsche- como el Don Johnson de Niame vice en cuya estela nace.

Pero ocurre que la barba de tres días de William Conrad y su descuidado atuendo, pese a la autoridad que el autor y su característica voz grave -que aquí se pierde con el doblaje- le dan al papel, queda simplemente en puro y molesto desaseo. Y si recuerda a Miami vice es sobre todo por la falta de química entre sus protagonistas, que como en la serie creada por Michael Mann, son independientes, apenas un¡dos en los asientos del Ferrari. Jake y el gordo falla a la hora de explotar las diferencias entre los personajes, que lo son también entre los actores, el veterano William Conrad (intérprete del detective Nero Wolfe) y Joe Penny, intérprete de Crónicas de gangsters.

Por otra parte, Jake y el gordo, como serie de detectives, prima la narración de la investigación sobre la acción, a la manera de Se ha escrito un crimen y Matlock. Pero la creación de Dean Hargrove y Joel Steiger no consigue escapar de lo más convencional y previsible de la fórmula, pese a haber sido concebida por dos de los más agudos y experimentados hombres de televisión, Fred Silverman y Bud Grant. Jake y el gordo, recibida con indiferencia por la crítica y el público norteamericano, no figurará entre sus hallazgos.

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