A vista de cuervo

Kaos es una película que supera las tres horas de duración y encierra todo el universo de sus autores, los hermanos Paolo y Vittorio Taviani, sus preocupaciones formales por la luz -y por la luna, por sus mágicos reflejos y sus influjos-, por la tierra y las raíces, lo ancestral, la música folclórica...Su punto de partida, y sentido homenaje, es Pirandello, de quien adaptan cinco relatos que oscilan entre el terror y la comedia, -aunque quizá veremos sólo cuatro, pues la distribución de Kaos en España, kaótica, contó con dos copias, una subtitulada y otra doblada, y a ésta le faltaba un episodio, La tinaja, muy divertido e interpretado por los míticos Franchi e Ingrassia- unidos entre sí por un cuervo que surca los cielos de Sicilia con un cascabel al cuello y rematados por un epílogo donde el propio Pirandello -encarnado por el actor por excelencia de los Taviani, Omero Antonutti- establece la lógica de su obra. Todos los episodios de Kaos contienen momentos bellísimos con esa lírica tan especial de los hermanos Taviani, saben conjugar magníficamente naturalismo y magia, fabulación y costumbrismo, y algunos fragmentos -la luna sobre el paisaje y el agua y la mirada en estado de hechizo del recién nacido, o los niños saltando desde la montaña al mar- dificilmente se pueden llegar a borrar de la memoria; la memoria, precisamente la columna vertebral de los Taviani. De tripas corazón, la ópera prima de Julio Sánchez Valdés, con una bellísima Patricia Adriani, mezcla comedia con drama sociológico sobre la juventud actual. Hoy la película tiene una dimensión que no tenía en su momento: la posterior muerte de su protagonista, José Luis Fernández, Pirri, añade una nota patética a su personaje y, por extensión, al filme.