Delgado dice que aun se considera el favorito

ENVIADO ESPECIAL, Pedro Delgado no da por perdido el Tour. Quiere dejar claro que "cada vez quedan menos etapas", pero también que "quedan dos recorridos montañosos y aún hay posibilidades". Prefiere jugar la baza optimista y, a la hora de emitir un pronóstico sobre quién será el vencedor, declara: "Quizá voy a decir una tontería, pero creo que Pedro Delgado es el favorito". Lejos de acabar la etapa disgustado por no haber logrado ninguna diferencia sobre Fignon, Delgado hizo saber su satisfacción: "Yo no podía haber hecho mejor la etapa, porque Fignon está muy fuerte; Lemond, igual, y por eso estoy satisfecho al final".

En realidad, las cosas no salieron como las tenía previstas. Delgado así lo reconoció: "En un principio la idea era atacar en la Cruz de Hierro, pero tenía que ver si flojeaba tanto Fignon como Lemond. No les ví flojear lo más mínimo. Entonces decidí esperar a Alpe d'Huez, donde reservé en todo momento a Rondón para que marcara un ritmo muy fuerte en esa última ascensión y ver cuál de los dos rivales flojeaba más. Debían ir un poco justos porque, la verdad, yo también lo iba. Estaba esperando a falta de tres kilómetros para atacar, pero se ve que Fignon, como iba un poco retrasado, se dio cuenta de que Lemond estaba pasando apuros y arrancó. Luego arranqué yo, y le cogí".¿Por qué no atacó antes Delgado? Era la única manera de poder ganar el Tour. No afrontó ese riesgo, y Delgado deja claro por qué: "Cuando se ataca hay que hacerlo para hacer daño, no para jugar a los ciclistas". Considera que la escapada de Theunisse no favoreció a nadie: "Para nosotros no era ni buena ni mala porque Lemond no iba a tirar en ningún momento para ir a por él, que hubiese sido lo interesante, pues estaba muy lejos en la general".

La sorpresa para Delgado fue Fignon: "Sí, porque veía incluso a Lemond más fuerte que él y, sobre todo, después de que en la etapa del martes se quedara en los puertos y al final incluso cediera tiempo, pues eso era síntoma de que estaba más débil. Y ayer hizo un trabajo muy bueno y fue imposible distanciarle".

Fignon y Lemond

Delgado, según se desarrollaba la etapa de ayer y no encontraba el momento propicio para atacar, no llegó a desesperarse. "En realidad, no sentía nunca que se me escapaba la victoria en el Tour, porque nunca la he tenido. Tenía esperanzas, no de llegar a sacar diez minutos de diferencia a mis rivales, pero sí de meterles un tiempo significativo. Planificamos una estrategia fuerte porque creíamos que tanto Fignon como Lemond, así como Mottet, iban a acusar seriamente el esfuerzo de la etapa del día anterior. Nos dieron una sorpresa, por lo menos ,los dos primeros. Cuando Rondón marcó un ritmo fuerte en la subida al Alpe d'Huez comenzaron a descolgarse corredores del grupo de cabeza, como era lo previsto, pero Fignon y Lemond se mostraron muy enteros. No era posible atacarles. Y al final resulta que el más fuerte era Fignon. Yo había estado todos estos días atrás preocupándome de Lemond, y resulta que el corredor francés es ahora el líder".

La esperanza de Delgado es ahora que él mismo no desfallezca para aprovechar cualquier momento en el que les fallen las fuerzas a los dos corredores que le preceden en la clasificación general. Ya ha caído uno, Mottet, y Delgado ha conseguido sitio en el podio. Él asegura que todavía seguirá intentando atacar hasta llegar a París como vencedor. Son muchas las sorpresas que se están produciendo, y a él, que dice que le quedan fuerzas, aún le corresponde protagonizar alguna positiva en los días que restan hasta el final.

Ahora le queda a Delgado la esperanza de recuperar tiempo en una etapa, la de hoy, que él considera que no es muy fuerte "porque es muy corta y la ascensión al puerto no es excesivamente dura". Pero mantiene una esperanza: "De todas maneras, yo creo que el esfuerzo de los dos últimos días se va a notar, sobre todo si se va a un ritmo fuerte, y puede haber alguna escapada".

Según se acerca el final del Tour, Delgado intenta no acordarse de la diferencia cedida en Luxemburgo. Y confiesa: "La recordaré seguramente cuando termine el Tour".