Vuelve el papel
La ausencia de expectativas concretas continúa dándole a lo cotidiano un carácter mucho más relevante de lo que sería habitual en un mercado en el que las proyecciones a medio y largo plazo son la base de toda actuación. Los corros se están convirtiendo en una especie de mentideros en los que se hacen públicos muchos de los problemas que tiene planteados el mercado, con lo que la situación laboral y el próximo trasvase de funciones adquieren más importancia que los pocos títulos que hay que comprar o vender. Incluso los acontecimientos previstos, como es el paso de algún valor al mercado continuo son capaces, en un momento dado, de variar las posiciones en el corro. El Fénix pasó por una de estas situaciones cuando se proponía un recorte importante en su precio y surgió un comprador, al que bastó con recordarle que el lunes este valor pasará al ordenador para que retirara la orden de compra y fuera el papel el que dominara otra vez la situación.Lo apagado de esta sesión se refleja en el comportamiento del mercado continuo, que añadió otras tres centésimas a la baja que protagonizaron los valores que se contratan en los corros, y sin mejorar el volumen con alguna aplicación. Los únicos valores que consiguieron algunos avances fueron los de construcción.
Las posiciones al cierre volvían a demostrar que en situaciones como ésta los diez minutos de los corros son más que suficientes para efectuar todo tipo de operaciones y que, a veces, sobra algo de tiempo.
