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GENTE

Jeanne Moreau

Una Celestina seductora y peligrosa

Treinta y ocho años después de aquella memorable interpretación junto a Gérard Philipe Jeanne Moreau ha vuelto a pisar el escenario del Palacio de los Papas de Aviñón.Y lo hizo anoche, encarnan do la Celestina, la puta vieja de la obra de Fernando de Rojas en un montaje, de cerca de cuatro horas, dirigido por Antoine Vitez. Moreau, una actriz legendaria para un personaje legendario, en palabras del mismo Vitez.

Entonces, Jeanne Moreau -la Moreau, como la llaman ahora- era Nathalie y Gérard el príncipe de Homburgo (en la obra homónima de Kleist). Jeanne, con sus 24 años recién cumplidos -"los años de a crueldad", dice hoy, -acababa de abandonar a sus relamidos compañeros de la Comédie Française -"Je les emmerde!", parece ser que dijo- y hecha un flan, se disponía a actuar junto a Gérard Philipe "Estaba locamente enamorada de Gérard; con él hubiese trabajado en cualquier parte, incluso en un parking", confiesa hoy.

Junto a un grupo, mira por dónde, de pensionistas y socios de la Comédie, bajo la dirección de Antoine Vitez, administrateur général (director) de la Comédie Française, con el que hace años deseaba trabajar, vuelve a los escenarios de Aviñón.

Jeanne Moreau está encantada con su personaje. "Cuando leí la obra, la encontré bandante -trempadora; sí, la Moreau, como la Celestina no se anda por las ramas-, rezumando sexualidad, una sexualidad feroz, por todas partes", dice la actriz.

"Es un personaje muy peligroso, muy amoral... pero con una gran fuerza de seducción; Celestina no miente, es hábil, astuta, pero sin quererlo, por naturaleza, y es por esto que resulta peligrosa", afirma Moreau.

¿Nostalgia? No, la Moreau no siente ninguna nostalgia y se pasea por el escenario del Palacio de los Papas (durante los ensayos) bromeando con sus compañeros.

"Los muertos", dice, "aquellos seres a los que he querido, los llevo conmigo. Continuamente surgen de mi memoria, pero sin crisis de lágrimas, de una, manera tranquila, placentera. Vivo con ellos al igual que con los vivos. En cuanto a los personajes que interpreto, ocurre como con los hijos: primero los llevo dentro, luego los veo crecer y, un buen día, me dicen o les digo adiós. Y es entonces cuando empiezan a caminar . entre el público", comenta la actriz.

La Celestina de Fernando de Rojas, una madre con casi 500 años, vuelve a caminar entre los cerca de 2.000 espectadores del Palacier de los Papas de Aviñón, con todos los rostros cinematográficos -ese teatro del siglo XX, como le gusta decir Antoine Vitez- de Jeanne Moreau.

Después, entre el 28 y 30 de este mismo mes de junio, este montaje podrá verse en Barcelona, en el escenario del Teatre Grec, dentro del festival de verano que organiza el ayuntamiento de la ciudad.

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