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Boris y ya no es "bum-bum"

Alex Martínez Roig

Boris Becker, 21 años, ya no es el adolescente bum-bum que ganó Winibledon en 1985, con sólo 17, para repetir victoria al año siguiente. El desconocido joven que asombró al mundo ha crecido muy deprisa; fuera de la pista desarrolla un discurso inteligente, y, dentro de ella, ha ganado largas batallas en todo tipo de superficies.Becker nació de la mano de Gunther Bosch, su entrenador de toda la vida, pero lo abandonó después de su segunda victoria en Wimbledon. Bosch ha pasado en cinco años de estar sentado en la tribuna de invitados a hacerlo, como ayer, en la escalera de la tribuna de prensa. Ion Tiriac, el rumano de los enormes bigotes, sí ha estado siempre junto a él, y se ha encargado de todos sus negocios.

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Boris, además, se ha ganado una fama de playboy que le lleva a ocupar grandes espacios en la prensa del corazón. Con 21 años, ha estado acompañado por dos novias diferentes en sendas finales de Wimbledon.

Reside en Montecarlo, para ahorrar el dinero que debería entregar al fisco de su país. La de hoy será su cuarta final. Sólo hay un pequeño problema que puede haber perturbado su sueño esta noche: únicamente ha perdido un partido en la pista central de Wimbledon. Pero fue en la final, el año pasado, y ante el mismo hombre que hoy encontrará enfrente.

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Sobre la firma

Alex Martínez Roig
Es de Barcelona, donde comenzó en el periodismo en 'El Periódico' y en Radio Barcelona. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Deportes, creador de Tentaciones, subdirector de EPS y profesor de la Escuela. Ha dirigido los contenidos de Canal + y Movistar +. Es presidente no ejecutivo de Morena Films y asesora a Penguin Random House.

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