Se estrella un caza tras saltar a tierra sus dos pilotos

Un caza Mirage F-1 del Ejército del Aire se estrelló hacia la una de la tarde de ayer en una zona despoblada del término municipal de Chinchilla (Albacete). Los dos pilotos, un comandante instructor y un teniente, resultaron ilesos, ya que saltaron en paracaídas tras comprobar que el tren de aterrizaje estaba averiado y que no era posible tomar tierra en condiciones de seguridad. Con el de ayer son tres los F-1 que ha perdido la Fuerza Aérea en menos de un mes. El 13 de junio, dos aviones de este tipo se estrellaron casi simultáneamente. Según Defensa, no hay relación entre ambos accidentes.

El avión, perteneciente al Ala 14 del Ejército del Aire, con base en Los Llanos (Albacete), estaba realizando un vuelo de instrucción, consistente en ejercicios de despegue y aterrizaje. Tras uno de los despegues, los dos pilotos, el comandante Juan Luis Abad Cellini, que actuaba de instructor, y el teniente alumno Javier Gómez Bas, comprobaron que una pata del tren de aterrizaje estaba torcida.Esta avería, según informó ayer el Cuartel General del Ejército del Aire, "impedía tomar tierra con seguridad".

Los pilotos informaron de la emergencia a la torre de control de la base y le notificaron que se dirigían hacia una área despoblada del término municipal de Chinchilla que está restringida al vuelo y se conoce técnicamente como Delta 37. Una vez allí, saltaron en paracaídas y dejaron que el aparato se precipitara al suelo.

Efectivos de la Guardia Civil localizaron una hora después a los militares en la zona de Fuencaliente, a unos 20 kilómetros de la localidad de Chinchilla.

Aunque aparentemente estaban ilesos, fueron trasladados al hospital general de Albacete, para un reconocimiento médico. El accidente no produjo daños materiales, salvo la destrucción del caza.

Con el de ayer, son tres los Mirage F-1 que ha perdido el Ejército del Aire en menos de un mes. El 13 de junio dos aviones de este tipo se estrellaron casi simultáneamente cuando realizaban ejercicios de tiro en el polígono de Las Bardenas Reales. Aunque la investigación no ha concluido, el responsable de Defensa, Narcís Serra, adelantó recientemente la hipótesis de que el siniestro hubiera sido provocado por una munición defectuosa.

Fuentes de Defensa negaron ayer cualquier relación entre ambos accidentes y argumentaron que el F-1 estrellado ayer no llevaba munición. Al Ejército del Aire sólo le quedan ya 60 de los 72 F-1 comprados a principios de la pasada década a la firma francesa Marcel Dassault.

Los dos pilotos del Mirage F-1 llegaron ayer por la tarde al Hospital del Aire, en Madrid, donde fueron sometidos a una revisión médica.