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Julián Sancristóbal debe garantizar la liquidación de Marconi por un mínimo de 1.700 millones de pesetas

La comisión de seguimiento del plan de reestructuración de ITT aprobó el martes la liquidación de Marconi, cuyo proceso deberá ser acometido en exclusiva por la consultora Prodenesa, que posee el 90% del capital. El acuerdo implica la necesidad de que el saldo de la liquidación sea positivo en 1.000 millones de pesetas, que irán destinados a financiar costes de reestructuración de Marconi. La antigua filial de ITT tiene deudas de 700 millones, por lo que Julián Sancristóbal, titular de Prodenesa y presidente de Marconi, deberá asegurar con la liquidación unos ingresos mínimos de 1.700 millones de pesetas.

La comisión de seguimiento, en la que participan representantes de Marconi, la Administración y UGT, acordó también las medidas encaminadas a la amortización de los 716 puestos de trabajo que tiene la antigua filial de ITT, de los que tan solo 447 corresponden al personal actualmente ocupado. Dichos empleados de Marconi pasarán a la nueva filial creada por Amper como consecuencia de la compra de las líneas de telecomunicaciones de Inisel. A estos efectos, Amper ha constituido ya una sociedad, bajo la denominación Amper Programas de Electrónica y Comunicaciones y un capital inicial de 1.234 millones, que también absorberá a 115 empleados de Inisel.No obstante, la liquidación de Marconi deberá contemplar el tratamiento de otros 269 excedentes, entre los que se incluyen los 180 empleados que rechazaron hace ya un año la integración en Amper como consecuencia de su negativa a aceptar cambios geográficos de puesto de trabajo. El acuerdo de la comisión de seguimiento establece ahora la aplicación de un nuevo plan de bajas incentivadas, que será dotado con 540 millones de pesetas y al que ya se han adscrito un total de 53 trabajadores. Los recursos destinados a este nuevo programa de ajuste laboral procederán del último paquete de ayudas oficiales que, por importe de 2.900 millones, fue aprobado por el Gobierno este mismo año para financiar los costes de los diferentes planes de reestructuración llevados a cabo por Marconi desde principios de esta década. Por último, la comisión de seguimiento informó de la oferta de trabajo derivada de otras empresas del sector, que podrían absorber hasta un total de 90 empleados de Marconi.

En materia laboral, la liquidación de Marconi ha sido afrontada por Amper en casi un 70% de los 1.100 trabajadores que la empresa tenía cuando Alcatel decidió su venta a Prodenesa. Ahora, con el traspaso de los 447 empleados a su nueva filial de Defensa, Amper cederá a Prodenesa el 5% que poseía en Marconi. Otro tanto hará Inisel con su respectivo 5%, por lo que Julián Sancristóbal pasará a disponer del 100% como medida previa a la liquidación de la sociedad.

Mientras, Amper -que el pasado año tuvo unos beneficios de 2.475 millones- deberá hacer frente en 1989 y 1990 a unas pérdidas de 2.400 millones en su nueva filial Amper Programas: "Realmente esta es una de las operaciones de mayor riesgo que hemos afrontado", reconoció ayer Antonio López, presidente de Amper.

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