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El peso de 70.000 millones

, La ruptura patrimonial con la Kuwait Investment Office (KIO) y la separación matrimonial de Alberto Cortina y Alicia Koplowitz representan dos hechos básicos a la hora de interpretar la posición del grupo Construcciones y Contratas en el Banco Central; posición que, por encima de todo, está avalada por una inversión de más de 70.000 millones de pesetas.

El pasado 21 de febrero, martes, Miguel Boyer se entrevistaba en Barcelona con el vicepresidente ejecutivo de KIO, Fotiad Jaled Jaffar, quien anunció al ex superministro la intención del grupo árabe de abandonar Cartera Central.

El dirigente kuwaití había perdido la paciencia. Las fotografías de Alberto Cortina y Marta Chávarri, publicadas pocos días antes, constituyeron el argumento válido para que KIO considerase desbordado el vaso de agua en sus relaciones con Construcciones y Contratas. Era lo último que le faltaba al grupo de los Albertos.

Desde entonces, y hasta el día 6 de mayo, Construcciones y Contratas, bajo la presidencia de Alberto Alcocer y el aparente alejamiento de Alberto Cortina, mantuvo un pulso con KIO. Las diferencias se zanjaron finalmente con la adquisición de las acciones del grupo árabe en el Central.

Construcciones y Contratas ha pagado a KIO 42.000 millones de pesetas por su 48,8% de Cartera Central más el 2% del Banco Central. De esta cifra, 30.000 millones serán abonados el 6 de mayo de 1993 con un interés del 6% anual, lo que eleva el importe de la operación hasta 49.200 millones de pesetas. A ello hay que añadir los cerca de 21.000 millones aportados en la constitución de Cartera Central. En total, más de 70.000 millones de pesetas a cambio de controlar un 12,5%. del banco que preside Alfonso Escámez.

La crisis matrimonial de Alberto Cortina no parece que haya desvirtuado las credenciales, traducidas a pesetas, que el grupo Construcciones y Contratas presenta como primer accionista del Banco Central.

Bien es cierto que las hermanas Koplowitz han asumido una representación personal en el consejo de administración de la empresa constructora que heredaron de su padre.

Sin embargo, Alicia Koplowitz ha establecido una frontera divisoria entre su situación personal y su propiedad patrimonial, con el fin de que la separación de Alberto Cortina no interfiera en el desarrollo de los negocios, cuya responsabilidad ejecutiva está en estos momentos en manos de su cuñado, Alberto Alcocer.

Es más, dejando al margen su dimisión de Construcciones y Contratas Sociedad Anónima, Alberto Cortina continúa presente en todos y cada uno de los cargos que ocupaba en las empresas del grupo, incluyendo Cartera Central.

De esta forma, los dos frentes abiertos hace tres meses, aún cuando pudieran haber incidido en un enfriamiento de las aspiraciones de Construcciones y Contratas, no han hecho sino consolidar la presencia patrimonial del grupo en el Banco Central. Por lo demás, 70.000 millones constituyen una poderosa razón para que Alicia Koplowitz y su hermana Esther cierren filas en Construcciones y Contratas con quienes ostentan, hoy como ayer, la responsabilidad de la gestión.

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