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Por San Isidro, tormentas

Las lluvias torrenciales han causado una víctima mortal, heridos, destrozos y grandes atascos

Jorge A. Rodríguez

La lluvia tuvo la culpa. Una cornisa resquebrajada y debilitada por el agua cayó desde un quinto piso de la calle de O'Donnell. Concepción Navarro Muñoz, de 36 años, recibió el impacto. Murió a los pocos minutos. Dos personas más resultaron heridas. Ha sido la consecuencia más grave que por el momento han causado la lluvias torrenciales que han caído durante los últimos días en Madrid. Pero ha habido más cosas: estaciones de metro inundadas, calles cortadas, árboles caídos, corridas de toros suspendidas, locales y edificios dañados, cosechas anegadas, semáforos estropeados, etcétera.

"Parece que la cornisa se ha desprendido después de que el edificio fuera alcanzado por un rayo". Ésta fue la primera versión facilitada por fuentes policiales sobre el desprendimiento de la comisa que acabó con la vida de Concepción Navarro y causó heridas leves a María Josefa Martos, de 58 años, y a su hija Juana Expósito Martos, de 33. Eran las 19.40 del lunes. El agua fue la causa de este accidente.Asegurar cornisas, revocar fachadas, apuntalar edificios, achicar agua de sótanos. Los bomberos repiten estas operaciones cada vez que llueve con tanta violencia. En estos últimos cuatro días han tenido que realizar más de cien intervenciones.

No han sido los únicos. Los agentes de la Policía Municipal se las han visto y deseado para ordenar los cruces en los que se estropearon los semáforos. El viernes el agua averió la central zonal de semáforos de Quevedo. El amarillo intermitente se apoderó de los cruces. Los problemas de tráfico se dejaron sentir inmediatamente en Chamberí. Desde primera hora de la mañana hasta el mediodía los semáforos estuvieron estropeados.

Semáforos averiados

Expertos en tráfico del Ayuntamiento de Madrid calcularon que un 3% de los 1.260 cruces controlados por semáforos sufrieron averías por culpa de la lluvia. Fueron unas 45 averías más o menos prolongadas las que pusieron en jaque el tráfico en calles como Ríos Rosas o Santa Engracia o plazas como las de Quevedo o Alonso Martínez. También ha habido numerosas averías de menor intensidad.Hay quien ya está harto de que cada vez que caen dos gotas de más se inunde su calle. Un comerciante de la calle de Carlos Dabán, perpendicular a la Vía Carpetana, hizo que un notario levantara acta del estado de la vía tras la lluvia. Estaba inundada, como siempre que llueve fuerte. Los bomberos saben que hay puntos en los que siempre se producen estos encharcamientos: algunas zonas de la carretera de La Coruña, puntos de la plaza de Atocha y pasos subterráneos.

Y no se salva nadie. Ni el metro. El domingo tuvo que ser suspendido el servicio durante 20 minutos (de 18.50 a 19.10) entre las estaciones de Oporto y Acacias, de la línea 5. El agua se coló por las estaciones de Marqués de Vadillo y Pirámides. Pero para suspensiones, las de los festejos taurinos de San Isidro: tres corridas enteras y dos a media lidia.

Árboles caídos los hubo por todos los lados. Uno de ellos sobre una chabola de la calle de Eduardo Juarranz, y varios en la alameda de Osuna. Calles cortadas: la de Carlos Dabán ya dicha; carreteras: uno de los carriles de la que une Hortaleza con San Blas. Cortocircuitos: muchos, uno en la calle de las Tres Cruces. Coches estropeados: el peor, el que cayó en una excavación de una obra, en la confluencia de la calle de Josefa Díaz con la avenida de la Albufera. Ha habido de todo, hasta cosechas arrastradas por los torrentes.

El caso es que no han caído tanta agua. El observatorio de Barajas tan sólo ha recogido 17 litros por metro cuadrado entre el viernes y el lunes. El de la Ciudad Universitaria, 34, y el del Retiro unos 24, según el Instituto Nacional de Meteorología. Los embalses madrileños están ya, sin embargo, al 84% de su capacidad, según informa el Canal de Isabel II.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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