Los Lakers llegan a la final batiendo récords históricos
Los Ángeles Lakers han ganado cinco títulos de la NBA en esta década y ya están en la final para intentar conseguir el sexto, su tercero seguido. El domingo eliminaron al Phoenix Suns (117-122, en el cuarto partido) para seguir invictos en los play-offs. En los 43 años de la NBA, jamás un equipo había jugado tres series sin perder. Mientras tanto, el Detroit Pistons ganó anoche al Chicago Bulls por 86-80, con lo que empata a dos victorias.
Los Lakers se están inspirando en la memoria de los Celtics de Boston. Pero no en los Celtics de Larry Bird, tres veces campeones y eternos rivales de los Lakers, sino en los Celtics de Rid Auerbach, de Bill Russell, de John Havlicek; los Celtics que dominaron la Liga durante 13 años, conquistando 11 títulos entre 1957 y 1969, ocho de ellos consecutivos.El equipo de Los Ángeles se clasificó para la final de la NBA por octava vez en 10 años, un récord de proporciones célticas, es decir, míticas. "Sabernos cómo perdurar", declaró el técnico Pat Riley.
"Creo que hemos sorprendido a mucha gente. Es cuestión de respeto. Estamos demostrando lo que somos; campeones mundiales".
La marca de Riley
Con este triunfo, Riley alcanzó su 98º victoria en los play-offs, una menos que el total conseguido por el famoso Auerbagh, técnico de los Celtics durante nueve de sus títulos. Riley es una persona orgullosa, maniática, dura consigo mismo.Poco a poco, los Lakers han adquirido la misma imagen. Ganan a pesar de que su pivot, Kareem Abdul-Jabbar, tiene 42 años y ya no es el que era. Es un equipo veterano, que no se rompe y que sabe cómo rematar a sus rivales.
Incluso está mejor que el año pasado, cuando necesitó jugar el máximo de 21 partidos para derrotar a Dallas Mavericks, Utali Jazz y Detroit Pistons antes de conquistar el título.
Los Suns, por su plantilla joven y dotada, es el equipo del mañana; pero el presente pertenece a los Lakers. En los primeros tres partidos de la serie, los Suns tuvieron ventaja en el último tiempo, pero no supieron aprovecharla.
"Este equipo nunca se asusta", explicó Magic Johnson, que demostró el domingo, en el último partido ante los Suns, por qué él y no Michael Jordan es el jugador más valioso.
Marcó 21 puntos, 20 asistencias, seis rebotes, tres cortes de balón y un tapón. Estuvo genial, asegurando que los Lakers jugaran a toda máquina y no dieran opción a los Suns.
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