El presidente de la Internacional Democristiana veta al Partido Popular
El presidente de la Internacional Democristiana, el italiano Flaminio Piccoli, vetó ayer contundentemente en Barcelona la incorporación del actual Partido Popular (PP) a la citada organización al asegurar que Manuel Fraga es "un hombre de derechas" que no puede encabezar una formación democristiana. Piccolli minimizó la influencia que Marcelino Oreja pueda ejercer en el PP y descalificó a Javier Rupérez. Por el contrario, el político italiano se deshizo en elogios para Unió Democràtica de Catalunya (UDC) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) "por haber sabido mantener celosamente su identidad".
Manuel Fraga, que también se encontraba en Barcelona, donde visitó las obras del anillo olímpico de Montjuïc y de la futura villa olímpica, replicó a Piccoli con su habitual sarcasmo aunque sin querer crispar excesivamente a los democristianos. El dirigente del PP afirmó que Piccoli "ha perdido una hermosa ocasión de callarse" y repitió algo ya sabido: "Nosotros no hemos pedido ingresar. El tema está en estudio y es tan sólo una posibilidad".Flaminio Piccoli, que ha participado en las reuniones que el grupo parlamentario democristiano europeo y el buró del Partido Popular Europeo han mantenido en Barcelona durante toda esta semana, advirtió en una conferencia de prensa que la Internacional que él preside circunscribe sus relaciones con el Partido Popular al "marco del diálogo y de la colaboración", algo que, a su juicio, nada tiene que ver con la pretendida adscripción democristiana de los populares. "Una cosa son los amigos y otra muy distinta la familia", dijo el político italiano.
Un duro golpe para Oreja
"Manuel Fraga es conocido en toda Europa como un hombre de derechas y no representa a la democracia cristiana española, porque el partido que le sigue también es de derechas", señaló Piccoli, para quien la identificación y el acercamiento al PP de políticos democristianos españoles como Marcelino Oreja o Javier Rupérez no es garantía suficiente.
Las declaraciones de Piccoli aunque lo fueron a título individual, vienen, a clarificar un poco la postura de los democristianos europeos respecto al Partido Popular y son un duro golpe contra Marcelino Oreja y sus seguidores. Medios próximos a la democracia cristiana aseguraron que había un cierto consenso entre los principales dirigentes para no pronunciarse sobre el partido de Manuel Fraga y aplazar el tema hasta el mes próximo. Pero esta actitud se modificó al conocer unas declaraciones de Javier Rupérez descalificando a Unió Democrática y al PNV, diciendo que no pintaban nada en Europa y pidiendo el voto para el Partido Popular.
Significativamente, ningún dirigente importante de la democracia cristiana ha aprovechado su estancia en España para conversar con dirigentes del partido de, Fraga. La elección de la ciudad de Barcelona para la reunión también ha sido presentada como una prueba de respaldo a los partidos que durante décadas se han mantenido fieles a la ideología democristiana. Una importante delegación del Partido Nacionalista Vasco encabezada por su presidente, Xabier Arzalluz, y en la que figuran la práctica totalidad de parlamentarios en Madrid y en la Cámara autonómica se encuentran también en Barcelona.
"Los ciudadanos están muy acostumbrados a los cambios políticos de Rupérez, que ha pasado en pocos años de recomendar el voto para UCI), a pedirlo sucesivamente para el Partido Demócrata Popular, la Democracia Cristiana y ahora el PP", manifestó el máximo dirigente de Unió Democrática, Josep Antoni Duran Lleida. "En Europa estos cambios no se entienden y agradecen que nosotros y el PNV siempre estuviéramos con ellos añadió.
Matizaciones
Piccoli insinuó en otro momento que el partido conservador español trata de acercarse interesadamente a la Internacional Democristiana, con la mirada puesta en las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 15 de junio. Para evitar confusiones sobre el Partido Popular Europeo (los democristianos) y el Partido Popular de Fraga, Unió Democrática y el PNV introducirán matizaciones en la campaña de los democristianos europeos, que destaquen su especificidad.
El presidente de la Internacional Democristiana señaló que uno de los grandes logros de su familia política ha sido "el saber ser nosotros mismos y mantener y defender nuestra identidad". "Eso no excluye alianzas externas pero en ningún caso internas", añadió.
La presencia en Barcelona del presidente de la Internacional Democristiana, multinacional ideológica que agrupa a 54 partidos de todo el mundo, cerró la visita de políticos democristianos a esta ciudad. Entre otros, han asistido a las reuniones los primeros ministros de Bélgica y Luxemburgo.
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