Ardanza no aceptará nuevas dilaciones en el repliegue de las Fuerzas de Seguridad del Estado

El presidente del Gobierno vasco, el peneuvista José Antonio Ardanza, no aceptará nuevas dilaciones ni prórrogas en la presentación por el Ministerio del Interior del plan de repliegue de las Fuerzas de Seguridad del Estado (FSE), según declaró ayer en Zestoa (Guipúzcoa).

El lehendakari calificó de sorpresa desagradable la comprobación, el pasado lunes, de que no está aún elaborado el plan, cuya entrega había comprometido el ministro José Luis Corcuera para el pasado 14 de abril.Corcuera pidió el lunes en Madrid al consejero vasco de Interior, Juan Lasa, una nueva prórroga de tres semanas, con el argumento de que la preparación del plan de repliegue se había retrasado a causa de las conversaciones con ETA en Argel. Después, según Ardanza, la explicación ha sido la dedicación de los responsables del departamento a la preparación de la última cumbre del Grupo de Trevi.

"Tenemos voluntad de agotar todas las posibilidades antes de llegar al conflicto abierto", señaló el lehendakari, "pero no aceptaremos nuevas prórrogas ni dilaciones. Cuando se quieren dar argumentos y excusas es muy fácil". La solución de este asunto, según Ardanza, podría requerir una reunión en la Moncloa con el presidente del Gobierno central, Felipe González.

El presidente del Ejecutivo autónomo subrayó la necesidad de contar con un proyecto por escrito "para no estar hablando de pájaros y flores", y reconoció el completo desacuerdo de Lasa con los criterios que le expuso verbalmente Corcuera.

Entre esos criterios, se encuentra la permanencia del Cuerpo Nacional de Policía en las capitales de la comunidad autónoma después de desplegada la Ertzaintza (policía vasca).

La presentación de un plan de repliegue de la policía del Estado y de adecuación progresiva al despliegue de la Ertzaintza fue requerida por acuerdo unánime del Parlamento vasco el 16 de octubre de 1987. El pasado 13 de febrero, Corcuera y Lasa cerraron en Madrid un acuerdo de "delimitación de servicios" entre las policías estatal y vasca, considerado muy satisfactorio por el Gobierno de Vitoria.