Dúos

Bacall y Bogart, Gable y Crawford, Hayworth y Ford, entre otras parejitas, van a conformar el ciclo que a partir de esta noche sustituye al dedicado a Robert Redford, un ciclo bastante informe. Arranca el engendrillo con una de las más sonoras y sonadas parejas que en el mundillo del cine han sido: Elizabeth Taylor y Richard Burton. Un melodrama regio y turbulento de Vincente Minnelli, de 1965, llamado Castillos en la arena (The sandpipers), aunque algún despistado tal vez lo conozca por Sonrisa amarga, que es como. incomprensiblemente se llamó en su reposición española de hará unos 10 años. En él, Richard Burton es un sacerdote protestante y casado dedicado a la enseñanza; la Taylor, una pintora de carácter libre, soltera y madre de un renacuajo pasablemente insoportable. Al conocerse, sus personalidades y filosofía provocarán una reacción explosiva y una mutua atracción. Los aviesos guionistas Dalton Trumbo y Michael Wilson dotan a la película de una alta temperatura discursiva a la que le sienta muy bien el estilo exaltado de Minnelli.Completa el programa del día Corte marcial, sobre el consejo de guerra a un oficial que ha robado fondos del ejército, un filme impecablemente británico interpretado por David Niven.