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El Ayuntamiento será "extremadamente riguroso" en hacer cumplir la normativa sobre terrazas veraniegas

Madrid, 26 grados. Madrid, 29 grados. El mantenimiento de la temperatura primaveral ha dado la señal de salida a la instalación de terrazas veraniegas, conocidas oficialmente como quioscos de temporada. Un total de 54 veladores, los mismos que el año pasado, han comenzado a ser montados en nueve distritos de la ciudad, con la idea de permanecer en funcionamiento hasta el 31 de octubre. Tras el período de rodaje del año pasado, el concejal de Coordinación del Ayuntamiento de Madrid ya lo ha avisado: "Este verano vamos a ser extremadamente rigurosos".

El retraso en la tramitación de la ordenanza municipal y las múltiples condiciones que el año pasado se impusieron a los solicitantes obligaron al Ayuntamiento, con carácter excepcional, a ofrecer una prórroga de las autorizaciones para este año, siempre que sus titulares no hubieran sido sancionados por faltas graves o muy graves.Las sanciones que se impusieron durante 1988 no supusieron en ningún caso la retirada del permiso, por lo que este año repetirá la mayoría de los 54 adjudicatarios, deseosos de amortizar así el gasto que tuvieron que realizar el verano pasado y que se situó en tomo a los cinco millones de pesetas.

Este alto coste se debió a que los beneficiarios de una autorización se vieron obligados a instalar acometidas subterráneas de luz y agua, además de construir evacuatorios y pagar las licencias correspondientes. Eso al margen de la construcción del quiosco.

La prórroga de las autorizaciones permitirá instalar, por último año, terrazas de temporada en los paseos del Prado, Recoletos y Castellana pues, según la modificación de la ordenanza aprobada el pasado 30 de noviembre, en este eje urbano sólo podrán instalarse terrazas permanentes.

Uso de bulevares

Un problema que este año quedará solucionado con la modificación de la ordenanza es el que sufrían las terrazas de las calles de Juan Bravo y de Ibiza, que motivó la denuncia del CDS. Según este grupo, era de general incumplimiento el artículo de la ordenanza que prohibía instalar terrazas cuando el establecimiento y las mesas estuvieran separados por una calzada. Ello impedía montar terrazas en bulevares, a no ser que su instalación se realizara de forma separada al establecimiento, lo que suponía construir un quiosco, poner evacuatorios y realizar las obras necesarias para las acometidas de agua y luz. Esta situación originó la protesta de los industriales.La modificación de la ordenanza permitirá instalar en calles sin salida y en bulevares terrazas de temporada dependientes de establecimientos cercanos. Para ello, deberá colocarse junto a los veladores una mesa de apoyo, de dimensión no superior a seis metros cuadrados, con el fin de restringir al máximo el continuo cruce de la calzada por parte de los empleados del local. "Se ha resuelto así el problema de los que tenían un bar enfrente", manifestó ayer José María de la Riva, concejal de Coordinación y participación Ciudadana.

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Se mantienen, sin embargo, las limitaciones de espacio -las terrazas no pueden superar los 150 metros cuadrados-; de horario -el cierre se producirá a la una de la madrugada, de domingo a jueves, y a las tres de la madrugada, los viernes, sábados y vísperas de festivo-; de emisión de música -autorizada exclusivamente entre las 20 y las 24 horas-, y de instalación de juegos, al estar prohibidos los billares, futbolines y máquinas recreativas.

A pesar de estas limitaciones y de las malas condiciones climatológicas sufridas, la opinión municipal es que el año pasado la afluencia a las terrazas de temporada fue similar a la de 1987, año en que se produjo un incontrolable crecimiento de este tipo de negocios.

Un año de rodaje

"El año pasado, por tratarse del primer año de aplicación de la ordenanza, no fuimos especialmente severos, pues tanto los titulares como nostros estábamos aprendiendo. Este año, tras este rodaje, vamos a ser especialmente rigurosos en el cumplimiento de la normativa", aseguró ayer De la Riva.Miembros de la Policía Municipal, inspectores de consumo e inspectores de trabajo se ocuparán de comprobar desde la existencia de hojas de reclamaciones y listas de precios hasta la correcta contratación de los ernpleados en estas terrazas.

Estos quioscos de temporada rivalizarán con las noches del hipódromo, que se organizarán por segundo año consecutivo en las instalaciones del hipódromo de la Zarzuela. Este año la temporada comenzará el 2 de junio y finalizará en el mes de octubre.

El año pasado hubo noches en que se contabilizaron hasta 25.000 asistentes. Durante el mes de junio se celebrarán carreras de caballos los viernes por la noche; en julio las pruebas se disputarán los martes y los viernes; en agosto serán los martes y los jueves, y, por último, en el mes de septiembre sólo habrá pruebas nocturnas los viernes.

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