Shirley Temple
la ex niña prodigio norteamericana convertida luego en la public relations de la Casa Blanca, ha revelado en su autobiografía, recientemente publicada, que mientras ella se dedicaba a hacer cine todo Hollywood parecía empeñado en violarla. La actriz cuenta que los productores se exhibían ante ella y que actores como Errol Flynn intentaron descaradamente atraerla a su cama. Por lo menos en una ocasión Shirley Temple tuvo que exclamar: "Dios mío, me van a violar". Tim Walder, periodista del británico The Observer, tranquiliza a sus lectores afirmando que la actriz conservó su virtud y su virginidad de manera implacable.
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