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El Barcelona parte como favorito frente al Sampdoria en la final de la Recopa

ENVIADO ESPECIAL Barcelona y Sampdoria disputarán hoy (20.15 horas, TVE-2), en el estadio Wankdorf de Berna, la final de la Recopa de Europa de fútbol. Por tradición, prestigio, experiencia, conjunto y presupuesto, el equipo español, invicto en esta competición, parte como claro favorito al triunfo. Pero el Sampdoria, que después de 43 años de historia alcanza una final europea, ha logrado trasladar esa presión al Barça. Los genoveses han contado con rivales de mayor peso que los catalanes en su camino y no parecen dispuestos a fallar su oportunidad

Tanto Johan Cruyff como Vujadin Boskov hablaron ayer de dudas en las alineaciones iniciales. El holandés medita sobre su defensa y el yugoslavo espera que Pelegrini y Vialli, dos hombres fundamentales, puedan rendir a tope. El cambio del árbitro del encuentro ha provocado cierto recelo en las filas italianas. Barça y Samp contarán hoy con 20.000 gargantas cada uno de su lado. Las medidas de seguridad empezaron a ser ayer apreciables en Berna.Hay gente en esta final que se juega mucho más que otra. No es lo mismo lo que se juega Cruyff a lo que se juega Boskov; o lo que se juega Josep Lluís Núñez a lo que se juega papa Paolo Mantovani. El Barça no tiene más remedio que ganar, aunque presidente y entrenador intenten escurrir el bulto en las horas previas. "Estar aquí ya es importante", ha comentado Núñez, "pues somos el único equipo español en una final europea", en clara referencia al Madrid. Pero Núñez y Cruyff saben lo que se juegan. Mucho. Uno y otro buscan meses de tranquilidad para trabajar a su antojo. El presidente para ampliar el estadio y tener una asamblea pacífica; el entrenador, para hacer liquidación del vestuario, traer refuerzos y reestructurar el cuadro técnico.

Frente a ellos estará un Sampdoria que saltará como víctima propiciatoria pero sabiendo que puede dar la campanada, como sucedió contra el Malinas, un equipo que partió como favorito -también con un técnico holandés, casi tan prepotente como Cruyff-, y que cayó por 3-0. "Nosotros representamos la ilusión y eso en una final vale un imperio", comentó ayer Víctor. "Ellos son la tradición, la experiencia, el señorío, la historia, pero eso no es suficiente para ganar una final continental", ha dicho Dossena, el jefe genovés.

Los mal pensados aseguran que la existencia de control antidopping beneficia al Barcelona, sobre todo tras el sorprendente despliegue genovés ante el Madrid , lo que hizo declarar a Toni Bruins, el espía de Cruyff:"El Sampdoria ha ganado por fuerza física, por plpanteamiento táctico, corazón y algo más". Ese algo más también podría ser la prima de tres millones que tienen por ganar la final -en el Barça, como ya es costumbre, todavçia no se han puesto de acuerdo-.

Y es que hoy están en juego muchas cosas. El Barça suma cinco títulos continentales (dos Recopas y tres Copas de Ferias), por ninguno de los italianos. Los españoles intentan imponer en Europa un nuevo estilo de juego, agresivo, ofensivo, goleador; los italianos se conforman con ser eso, italianos atrás, duros en el centro -la designación de un árbitro inglés les beneficia en este sentido-, e independientes delante, donde Vialli y Mancini pueden improvisar.

El Samp será el primer rival de talla con que se enfrente el Barcelona en esta Recopa, plagada de advenedizos. Un rival que no acostumbra a perder por mucho y que sueña con un baño de multitudes en Génova. Algo que Cruyff, más que Núflez, tiene asegurado en caso de victoria. No cabe duda de que esta vez será el holandés -como antes lo fue "Urruti t'estimo" (título de Liga) o Neeskens (Recopa de Basilea)- quien acaparará, en caso de victoria, los vítores de la gent blaugrana, que hoy invadirá Berna junto al pueblo blucerchiati.

Esta es una final donde dos equipos millonarios, con estrellas pagadas a precio de Maradona, buscarán la rúbrica a una temporada irregular. Una final donde dos chavales de casa, Luis Milla y Guillermo Amor, con fichas de aficionados, se han convertido en poco menos que imprescindibles en un equipo que ha costado más de 2.000 millones. Ellos representan, sin duda, la sencillez en una final donde también la Unión Europea de Fútbol Asociación (UEFA) se juega mucho después de la tragedia del estadio de Sheffield.

Pese a que muchos jugadores azulgrana son nuevos en estas lides, no cabe duda de que el recuerdo de Sevilla -la última final europea disputada por los barcelonistas- flotará sobre el estadio de Berna.

Alineaciones: Barcelona: Zubizarreta; Aloisio, Alexanco, Urbano; Milla; Eusebio, Amor, Roberto; Lineker, Julio Salinas y Beguiristain.

Sampdoria: Pagliuca; Lanna, Mannini, Pelegrini, Salsano; Par¡, Víctor, Cerezo, Dossena; Viafli y Mancini.

Árbitro: Courtney, inglés.

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