"Sevilla dejo una secuela de miedo en el socio"
Zubizarreta cree que la plantilla del Barca afronta con tranquilidad la final de la Recopa
El próximo miércoles vivirá su primera final desde que es jugador del Barcelona. A pesar de su corta estancia en el club azulgrana -tres temporadas-, ya intuye lo que puede pasar si el Barca gana o pierde la Recopa. Y es que llegó al Barca justo cuando se vivía el llamado síndrome de Sevilla. Andoni Zubizarreta, guardameta titular del Barca y de la selección, afronta el encuentro ante el Sampdoria con tranquilidad y está convencido de que el resto de la plantilla tiene el mismo estado de ánimo. Zubi se siente a gusto, después de dos años difíciles en los que fue discutido por la afición culé y también por una directiva a la que se enfrentó y que no pudo depurarle como a otros.
Pregunta. ¿Cómo está viviendo la plantilla del Barcelona los días previos a la final de la Recopa?Respuesta. Pues se viven con gran tranquilidad. No hay nervios ni temores, aunque quizá todo cambie a medida que se acerque el partido. Por otra parte, el hecho de que no juguemos el domingo frente al Murcia también nos beneficia.
P. ¿Son conscientes de lo que representa la final?
R. Por supuesto. Aunque hay muchos jugadores nuevos en la plantilla, todos sabemos lo que nos jugamos y las repercusiones negativas que puede haber si perdemos. El ejemplo más cercano lo tenemos en la sección de baloncesto del club.
P. ¿Todavía existe el poso de la final de Sevilla?
R. Entre los jugadores no porque, como he dicho anteriormente, la mayoría acaban de llegar y no vivieron aquello, pero no cabe duda que aquella final dejó una secuela de miedo en el aficionado. Todo el mundo pensó que estaba ganada y luego llegó el desencanto. Pero lo que pasó después y que yo puede vivir muy de cerca la temporada siguiente es algo consustancial con el fútbol. El Real Madrid tampoco ha podido escapar a ese fenómeno.
P. La historia puede repetirse. ¿Qué pasaría el día después al 10M?
R. Quizá la misma sensación de decepción, aunque, posiblemente, algo menor que la originada en la Copa de Europa. Surgirían los rumores de traspasos, de altas y bajas, de fichajes. En fin, que es triste, muy triste que todo dependa de ganar o perder. Pero como estamos hablando en hipótesis, lo único que puedo decir en estos momentos es que vamos a intentar ganar como sea y si no lo logramos, que a nadie le quepa duda de que todos estaremos con la conciencia tranquila.
P. También puede suceder lo contrario y entonces llegaría la parte más dulce: los homenajes, el recibimiento multitudinario, algo que usted todavía no ha vivido en el Barcelona.
R. Pero sí en el Athlétic cuando fuimos campeones de Liga. Aquello fue impresionante y desconozco si aquí sería igual. Con el Barca he ganado una Copa del Rey que nos ha permitido participar en la Recopa y me dio la impresión de que habíamos conquistado un torneo de verano.
Temporada conflictiva
P. Es que la temporada pasada fue de las más conflictivas en la historia del Barca. ¿Todavía flota en el ambiente del vestuario el recuerdo del conflicto suscitado entre la plantilla y el presidente?R. Quedamos muy pocos jugadores y la situación es totalmente diferente. En el recuerdo ha quedado la experiencia de conocer un club como el Barcelona y comprobar cómo reacciona la gente y los medios de comunicación ante una situación tan rara.
P. Josep Lluís Núñez, uno de los protagonistas del conflicto, ha sido reelegido presidente.
R. Efectivamente. Si los socios lo han elegido es que creen que Núñez es lo mejor para el club. A mí no me sorprendió su reelección porque estaba en el ambiente y las encuestas ya la reflejaban con claridad.
P. ¿Qué opinión le han merecido las elecciones a la presidencia del club?
R. He podido comprobar la enorme dimensión que tiene ser presidente del Barca. Por otra parte, me ha extrañado un tanto el comportamiento de los socios.
P. ¿En qué sentido?
R. En que no han acudido en masa a votar. El socio del Barcelona es fiel, pero un tanto frío. Quizá considera que su obligación finaliza con acudir al campo y eso contrasta con la forma de ser del catalán al que le gusta controlar las empresas.
P. La empresa; es decir, el Barca, funciona bien deportivamente y, además, sin los conflictos habituales de cada temporada.
R. Así es. La temporada está discurriendo por unos cauces de normalidad. Estamos en la final de la Recopa y todavía luchamos por la Liga. Ya se que en esta última competición es muy dificil desbancar al Real Madrid, pero yo me resisto a decir adiós a la Liga, porque en el fútbol he visto muchas cosas raras y complicadas. Hay que seguir ganando partidos y esperar que se produzca el fallo del Real Madrid.
El papel de Cruyff
P. ¿Ha sido Cruyff el artífice de este cambio?R. No cabe duda de que ha contribuido. Es un hombre con carisma entre la afición, tremendamente listo y lo que es más importante: está convencido de que la forma de jugar del equipo es la más idónea.
P. Pero también polémica...
R. Si fuéramos norteamericanos, que son tan amantes de las estadísticas, tendríamos que decir que no es arriesgado. Jugamos con tres defensas y somos de los menos goleados. Para conseguir lo mismo, el Valencia, que está a nuestra altura en ese sentido necesita cuatro hombres en la cobertura. Yo creo que tenemos la gente capaz de desarrollarlo. Con otros jugadores quizá sería diferente.
P. El nuevo sistema de juego también ha variado su forma de jugar, a pesar de ocupar la posición de guardameta.
R. Yo creo que incluso me ha favorecido, porque la gente ha podido comprobar que sé hacer más cosas que parar balones. Estaba encasillado. Tenían de mí una imagen que ahora ha cambiado.
P. En definitiva, que se siente a gusto.
R. No puedo negarlo. Este ha sido un año atípico para mí. Estoy tranquilo, sin problemas. ¡Si hasta paro penaltis!
P. Todo lo contrario de las dos temporadas anteriores...
R. La primera fue muy difícil y la siguiente tuvo las mismas características, especialmente por la situación del equipo aunque también arrastré esos problemas en la selección, adonde llegaba con la intención de olvidarme de todo y se repetía la historia.
P. ¿Tuvo miedo, en algún momento, de que estuviera en situación de transferible?
R. En absoluto. Siempre he estado convencido de que iba a cumplir mi contrato.
P. ¿Cómo son sus relaciones con la directiva?
R. Igual que antes y las mismas que pueden tener mis compañeros.
P. Pero es del dominio público que desde la llegada de Cruyff los directivos no entran en el vestuario.
R. Es cierto. En ese aspecto ha cambiado, porque antes entraban y comentaban cosas. Ahora no lo pisan y creo que está bien, porque el vestuario es para trabajar. Igual que un futbolista no pinta nada en la reunión de una junta directiva.
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